Geovanny Rodríguez Sandí, originario de San Carlos, Costa Rica, ha logrado construir un legado en Estados Unidos. Dejó su vida en Centroamérica para buscar nuevas oportunidades, y lo hizo con una determinación que lo llevó a superar cada obstáculo que se encontró en el camino. “Un día amanecí con la idea de irme, se me metió el agua”, relató Geovanny sobre cómo tomó la decisión. En menos de dos semanas, ya estaba abordando un avión rumbo a Florida, donde aún reside.
Al llegar, se instaló en Hollywood y comenzó a trabajar incansablemente, mientras estudiaba inglés. “Trabajaba en pintura durante el día y limpiaba cines por la noche”, recordó para el portal costarricense La Teja. Poco a poco, su esfuerzo comenzó a rendir frutos, y con el tiempo pudo abrir su primera empresa de venta e instalación de pisos, el pilar principal de sus ingresos actuales.
Un amor y una pulpería
Además de prosperar en sus negocios, la vida le tenía preparada una grata sorpresa: el amor. Geovanny conoció a Marcela Rodríguez, una colombiana que no solo se convirtió en su esposa, sino también en su socia y mano derecha en todas sus iniciativas.
Uno de los proyectos más queridos por Geovanny es la Pulpería Tica que abrió en Florida, un rincón de Costa Rica en Estados Unidos. “Empezamos trayendo productos costarricenses para atraer más clientes a nuestro negocio de envíos”, contó. La idea resultó ser un éxito rotundo: la nostalgia por los sabores de la infancia atrajo a decenas de ticos que vieron en la pulpería un pedacito de su tierra.
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Productos que despiertan el corazón
La pulpería, que comenzó como un evento ocasional, pronto se convirtió en un establecimiento permanente. Actualmente, Geovanny y Marcela ofrecen cerca de 300 productos costarricenses, desde confites Gallito hasta fresco de cas y salchichón. “El fresco de cas y el salchichón son lo que más busca la gente, esos productos son la sensación”, comentó Geovanny con orgullo.
Incluso han creado pulperías móviles para llevar estos productos a otros lugares, ofreciendo también delicias como copos, para que los ticos en Estados Unidos no se queden sin sus antojos.
