Aunque el oro ha sido históricamente símbolo de riqueza, hoy en día hay un metal aún más valioso que permanece fuera del radar de la mayoría: el rodio. Con un precio que puede superar las diez veces el valor del oro, este elemento se ha convertido en una joya industrial por su resistencia, durabilidad y escasez.
Utilizado en sectores clave como la industria automotriz, aeroespacial, eléctrica y joyera, el rodio es altamente codiciado por su capacidad para soportar temperaturas extremas y resistir la corrosión. Según el blog Argent Basic, su uso en joyería de alta gama se debe a que “no se oxida y proporciona un brillo duradero”, mientras que Muy Interesante recuerda que fue descubierto en 1803 por William Wollanston a partir de un trozo de platino procedente de Sudamérica.
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Su escasez es otro factor que eleva su precio. A diferencia del oro, el rodio no se encuentra en grandes yacimientos, y su producción se concentra principalmente en Sudáfrica, en el complejo ígneo de Bushveld, así como en Rusia, Canadá y Zimbabue. Clarín destaca que “la mayor parte del rodio proviene de esa región, famosa por su riqueza mineral”.
En 2023, una onza de rodio rondaba los U$D 4 200, y en 2021 alcanzó un pico histórico de casi U$D 30 000. Más allá de su uso como revestimiento brillante para joyas, este metal resulta vital en la fabricación de catalizadores para autos y piezas aeroespaciales, debido a su capacidad para mantener la integridad estructural en condiciones extremas.