Un sueño lúcido se basa en el estado de conciencia que puede permitirle al soñador observar el sueño como un espectador o incluso modificar su desarrollo, explorando mundos ficticios y desafiando las leyes de la realidad.
Este fenómeno ha capturado la imaginación de muchos, desde cineastas como en el caso de ‘Inception’, filme dirigido por Martin Scorsese, hasta científicos del sueño como Benjamin Baird, neurocientífico cognitivo y profesor de investigación de la Universidad de Texas. En otras palabras, se trata de una técnica de alivio de síntomas de pesadillas, insomnio y ansiedad.
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Construye tu capacidad para recordar sueños
Mejorar tu capacidad para recordar los sueños es el primer paso para esta experimentación. Si no puedes recordar lo que sueñas, será difícil reconocer cuándo estás en uno. Por ello, es esencial desarrollar la intención de recordar tus sueños. Cada noche, antes de dormir, concéntrate en tu deseo de recordar cualquier sueño que tengas. ‘Es como tener tu propia forma de realidad virtual’, destacó Baird.
Una vez que hayas adquirido este hábito de registrar tus sueños, comienza a buscar patrones o temas que se repiten en ellos. Lugares, personas o situaciones específicas, son elementos recurrentes que dan paso a entrenar tu mente para reconocerlos como señales de que estás soñando. La próxima vez que te encuentres en una situación inusual dentro de un sueño, haz una pausa y pregúntate si estás soñando. Esto puede ayudarte a ganar lucidez.
La ciencia detrás de los sueños lúcidos
Aunque los mecanismos neurobiológicos de los sueños lúcidos aún no se comprenden completamente, investigaciones con electroencefalogramas (EEG, siglas en inglés) han demostrado que este tipo de sueños representa un estado híbrido de conciencia. En la década de los setenta y ochenta, el psicofisiólogo de Stanford, Stephen LaBerge, demostró que el sueño lúcido era un fenómeno que se producía durante el sueño movimientos oculares rápidos (REM, siglas en inglés) cuando se pedía a los soñadores que movieran los ojos siguiendo patrones distintos cuando se volvían lúcidos durante sus sueños.
Asimismo, Ken Paller, neurocientífico de la Universidad Northwestern de los Estados Unidos, señala que los fundamentos neurobiológicos de los sueños lúcidos no están completamente claros. Sin embargo, investigaciones preliminares indican que durante estos sueños hay una mayor actividad en el córtex prefrontal, responsable del pensamiento y la resolución de problemas, y en el córtex parietal, que maneja la integración sensorial y la atención. Es decir, a través de EEG se ha demostrado que el sueño lúcido es un estado híbrido de conciencia que combina características de la vigilia y del sueño REM.
Las maneras de adentrarse en el sueño
Para aquellos que no experimentan sueños lúcidos de manera natural, existen varias técnicas para inducirlos como la comprobación de la realidad, donde se realiza una pausa durante el día para cuestionar si se está en un sueño o en la realidad. Asimismo, la Inducción Mnemotécnica de Sueños Lúcidos (MILD, siglas en inglés) ofrece visualizar un sueño durante el día y repetirse a uno mismo que se reconocerá cuando esté soñando.
Independientemente de la técnica elegida, los sueños lúcidos ofrecen una manera única de explorar la mente, mejorar la creatividad y contribuir al bienestar emocional. A través de la práctica y la experimentación, es posible aprender a controlar este estado y beneficiarse de sus efectos en la vida diaria.
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