Vivian Limonta, una mujer cubana, está viviendo una pesadilla después de ser deportada de Estados Unidos el 27 de agosto. Si bien ella ingresó de manera ilegal al país, a partir del 2020 estaba residiendo con el permiso I-220B, hasta que un fatídico 15 de julio cambió todo para ella y para su familia.
Ese día ella fue arrestada, tras asistir a su quinta cita en migraciones en Miramar. Posteriormente, fue detenida y deportada dejando atrás a su familia e hijo menor.
¿Qué solicita?
Vivian le pide a las autoridades migratorias de Estados Unidos que reconsideren su caso y la permitan regresar con su esposo y su hijo. El primero es ciudadano americano y ha residido ahí durante 31 años; y el menor nació en el país, por ende, también es ciudadano.
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Ella relata que su hijo ha sido diagnosticado con Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y está en estudios para ver si también lo diagnostican con autismo. Por lo que considera que le están haciendo un daño al menor al dejarle toda la carga física y emocional a su esposo. "Mi corazón está con mi hijo y mi esposo, pensando en cómo están lidiando con esta situación tan difícil. Es el dolor más grande que he sentido", relató la cubana.
Su abogado Eduardo Soto ha presentado una solicitud de suspensión de la deportación ante el tribunal federal y están a la espera de la respuesta. Además, Vivian implora una segunda oportunidad y solicitó a las autoridades que consideren su caso de manera individual.
Osmani Pérez, esposo de Vivian, también realizó su descargo. "Hago lo que puedo como padre, pero el cariño de una madre es irremplazable. Estoy completamente abrumado. Estoy muy decepcionado con este país. He vivido aquí 31 años, soy ciudadano, y mi hijo nació aquí. No entiendo cómo pueden ignorar eso.", manifestó.
Crédito video : YouTube | @UnivisionMiami