La leyenda urbana de los albañiles que fueron enterrados vivos en la construcción del Estadio Azteca

El mundo del fútbol cuenta con diversas historias, pero la leyenda urbana de los albañiles en el Estadio Azteca sorprendió a más de uno. ¡Conoce la historia!

La leyenda urbana de los albañiles que fueron enterrados vivos en la construcción del Estadio Azteca
La leyenda urbana de los albañiles que fueron enterrados vivos en la construcción del Estadio Azteca
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En el fútbol hay muchas historias que contar. Desde partidos inolvidables, goles extraordinarios y hasta peleas dentro del campo. Sin embargo, hay pocas de misterio y de terror como las que hay en el deporte mexicano. Una de las más conocidas es sobre el Estadio Azteca.

La aterradora historia del Estadio Azteca

Este estadio cuenta con grandes historias de fútbol. Aquí, estrellas como Diego Armando Maradona y Pelé pasearon su fútbol. Es el estadio más grande del país y ocupa el puesto siete en el ranking mundial. Más que un estadio, es una obra arquitectónica del siglo 20.

Pero, durante años, se han tejido varias historias de miedo sobre el recinto. Una de estas es que algunos albañiles fueron enterrados ahí, vivos. Según cuenta la población, los mismos arquitectos encargados de la obra mandaron a enterrar a unos trabajadores sobre las zanjas ubicadas en las columnas que sostenían toda la estructura.

Según cuenta la leyenda, esto se debió a que habían hecho pacto con el diablo para que el estadio no se viniera abajo nunca. Se dice que escogieron personas sin familia o que nadie preguntaría por ellos y así evitar investigaciones por parte de la policía.

Estudios desmentirían esta leyenda

Si bien es cierto es una leyenda urbana, existe una explicación científica de que esto no podría ser posible. Esto se debe a que la descomposición de los cuerpos dejaría espacios que podrían hacer que el estadio colapsara.

De ser cierta esa información, los cuerpos estarían enterrados en cualquier otro lado menos en donde cuenta la leyenda. No es un secreto que en algunas construcciones hay personas que mueren por negligencias de seguridad y para evitar su clausura, deciden enterrarlos ahí. De todos modos, los lugareños lo toman como solo un cuento o leyenda que va de boca en boca como una tradición.

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