En un contexto de dificultades económicas a nivel mundial, los residentes de Alaska se beneficiarán de un cheque de estímulo por U$D 1 300. Este monto, que representa un apoyo financiero significativo para muchas familias, forma parte del programa de Dividendos del Fondo Permanente (PFD, siglas en inglés), una iniciativa de este estado estadounidense diseñada para asegurar que los ingresos provenientes de los recursos naturales lleguen directamente a sus habitantes.
El pago total de U$D 1 300 se desglosa en dos partes: una cuota inicial de U$D 300 y una segunda entrega de U$D 1 000, ambos provenientes de los ingresos generados por la industria petrolera de Alaska. Este sistema distingue a Alaska de otros estados de EE.UU., al canalizar de manera directa una parte de sus ingresos a la población, en lugar de optar por los métodos tradicionales de distribución de fondos.
El programa de Dividendos del Fondo Permanente es una de las características más singulares de la economía de Alaska. Establecido en 1976, este fondo fue creado con el objetivo de garantizar que las ganancias obtenidas del petróleo y el gas natural beneficien a todos los residentes de manera equitativa.
Administrado por la Corporación del Fondo Permanente de Alaska, este mecanismo funciona como una especie de cuenta de ahorros colectiva que ofrece pagos anuales en efectivo. A diferencia de los cheques de estímulo federales, que son temporales y limitados a situaciones de emergencia, el PFD proporciona un flujo constante de ingresos, actuando como una especie de ingreso básico universal para los habitantes del estado.
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Criterios de elegibilidad y distribución de los pagos
Para poder acceder a este estímulo de U$D 1 300, los residentes de Alaska deben haber mantenido una residencia continua en el estado durante el año calendario anterior y deben planear seguir viviendo allí. Las solicitudes para recibir el dividendo debieron ser presentadas antes del 31 de marzo del presente año. Aquellos que cumplieron con este requisito y con los criterios de elegibilidad recibirán sus cheques a partir del 15 de agosto.
En Anchorage, la noticia del monto estimado del PFD ha generado diversas reacciones. Jerry Perkins, un residente local, expresó que considera que cualquier monto superior a U$D 1 700 es excesivo y que el cheque debería haber sido de aproximadamente U$D 1 200. Sin embargo, Perkins reconoció que no rechazaría el dinero. "¿Lo voy a rechazar? No, no lo voy a rechazar. ¿Estoy en condiciones de cobrar el cheque? Sí, lo voy a cobrar", señaló.
Por otro lado, Sam Bair, otro residente de Anchorage, considera que la cantidad de U$D 1 700 es justa y que será útil para pagar sus facturas. "El problema con el PFD es que es necesario porque es muy difícil vivir. Estoy pagando el alquiler con un par de días de retraso y tengo dos trabajos", comentó Bair, reflejando la realidad económica que enfrentan muchos residentes en Alaska.