Medicaid es uno de los programas de salud financiado conjuntamente por los gobiernos estatales y federal para cubrir gastos médicos de personas con ingresos limitados. Un sector de sus beneficiarios también lo constituyen las personas discapacitadas, quienes necesitan constante asistencia para realizar sus actividades cotidianas.
Muchos estados ofrecen la alternativa Medicaid Buy-in, que permite a personas con ingresos superiores al límite establecido poder unirse al programa por medio del pago de una prima menor, la cual se establece de acuerdo a una evaluación.
No obstante, un debate constante es el referido a si deben reducirse o eliminarse por completo los límites de ingresos y activos de discapacitados para acceder a Medicaid Buy-in, algo que algunos estados ya han puesto en práctica.
Para los defensores de los derechos de los discapacitados, estos límites suponen un obstáculo para que puedan trabajar a tiempo completo o aceptar ascensos, ya que los pone en riesgo de perder sus beneficios. De acuerdo a lo informado por CBS News, Stephen Lieberman, director de políticas de la United Spinal Association, dichos topes son “una trampa de pobreza”.
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El debate
Quienes defienden que los límites para acceder a Medicaid Buy-In sean eliminados argumentan que permitir que las personas con discapacidad ganen más y aún así sigan siendo parte del programa contribuirá a aliviar la constante escasez de trabajo, principalmente en las zonas rurales donde se reduce la población en edad laboral.
Quienes se oponen, en cambio, aseguran que quienes son beneficiarios de Medicaid y pueden trabajar ya lo hacen, mientras que los críticos agregan que los requisitos laborales implican una burocracia difícil de administrar y que podría llevar a que quienes participan pierdan su cobertura por problemas de trámites.
Por otro lado, se afirma que los requerimientos establecidos disuaden a los discapacitados de contraer relaciones matrimoniales, ya que, muchas veces, se toman en cuenta los ingresos de la pareja para evaluar la admisión al programa. Según María Town, presidenta de la Asociación Americana de personas con Discapacidades, esta situación ha llevado, incluso, a que matrimonios en los que una de las partes tiene problemas de discapacidad se deban someter a “divorcios Medicaid”, únicamente para evitar perder sus beneficios.
En muchos estados, como Iowa, Hawaii, Indiana, Florida, Nueva Jersey, Maine y Mississippi, se han presentado diversos proyectos de ley que buscan abordar esta problemática este año, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.