El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) ha emitido una alerta por el sistema de baja presión Invest 94E, que podría convertirse en la tormenta tropical Erick en las próximas 48 horas. Este fenómeno, ubicado sobre el Pacífico Oriental, ya muestra características preocupantes y, de intensificarse, afectaría principalmente a países de Centroamérica y al sur de México.
Según los meteorólogos del Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés), Invest 94E se desplaza cerca de las costas de El Salvador, Guatemala y el sur de México. Aunque aún no ha sido clasificado como ciclón tropical, las proyecciones indican que pronto alcanzará esa categoría con el nombre de “Erick”.
Entre los posibles efectos que se prevén destacan lluvias torrenciales con acumulaciones de hasta 200 mm, especialmente en áreas montañosas. Esto eleva el riesgo de inundaciones repentinas, deslaves y condiciones climáticas severas, incluyendo tormentas eléctricas intensas y ráfagas de viento.
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¿Qué efectos causaría el huracán Erick según el pronóstico?
La estrategia de monitoreo del NHC y el NWS se enfoca en el seguimiento continuo de la evolución del sistema. La prioridad es emitir advertencias tempranas que permitan a las autoridades locales y a la población prepararse ante posibles emergencias. La meteoróloga Marissa Torres, de FOX Weather, señaló que si el sistema toca tierra rápidamente, su desarrollo podría ser limitado, aunque los efectos como lluvias fuertes serían inevitables.
Además, aunque la probabilidad es baja, algunos modelos prevén que la humedad residual del sistema tropical podría alcanzar el sur de Texas a finales de la semana.
Una temporada activa de huracanes en el Pacífico
La temporada de huracanes 2025 en el Pacífico Oriental ha comenzado con actividad temprana e inusual. Hasta ahora, se han registrado tormentas con nombre como Alvin, Bárbara, Cosme y Dalila. Esta última causó graves inundaciones antes de disiparse. La formación de sistemas como Erick se ve impulsada por las altas temperaturas del océano, clave para el desarrollo de ciclones tropicales.
