En el sistema de salud estadounidense, una pregunta resuena con fuerza entre los inmigrantes y la comunidad en general: ¿los servicios médicos pueden ser negados a aquellos que carecen de una Green Card?
Si bien, tener una Green Card puede habilitar el camino para acceder a ciertos servicios médicos y programas de seguro de salud, la ley federal establece claramente que la atención de emergencia no puede ser denegada basándose en el estatus migratorio.
En este caso, los hospitales y los proveedores de atención médica están obligados a brindar tratamiento, sin importar la situación migratoria del paciente.
¿Qué pasa en los casos que son urgencias menores?
Sin embargo, la situación se torna más compleja cuando no se trata de emergencias. Algunos proveedores de atención médica privados pueden requerir evidencia de seguro o documentación migratoria para programar citas o para acceder a determinados servicios. Aunque esta práctica no se da en todos los casos, genera barreras adicionales para aquellos que carecen de una Green Card o de un seguro de salud válido.
La incertidumbre sobre la atención médica y la documentación migratoria alimenta preocupaciones sobre la equidad y el acceso a servicios de salud esenciales. Para muchos inmigrantes, especialmente aquellos en situación irregular o en proceso de solicitud de residencia, acceder a atención médica puede convertirse en un desafío lleno de obstáculos burocráticos y financieros.
En un país donde la salud se considera un derecho, el debate sobre la posibilidad de negar servicios médicos debido a la falta de una Green Card resalta las problemáticas que enfrentan los inmigrantes en el sistema de salud estadounidense.