Claudia González, una madre hispana, se encuentra varada en México, lejos de su familia en Estados Unidos, después de intentar ajustar su estatus migratorio. González, quien llegó al país norteamericano en 2003 bajo la política DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), inició en 2018 el proceso para obtener la 'Green Card' a través de su esposo, un ciudadano estadounidense. Sin embargo, su travesía a Ciudad Juárez para continuar con los trámites migratorios culminó en una inesperada e injusta pesadilla.
Inelegible
En el Consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, Claudia González fue sometida a un Administrative Processing, proceso detallado para garantizar que el solicitante no representa un riesgo de seguridad. A pesar de cumplir con varias entrevistas, le informaron que era inelegible para ajustar su estatus legal en EE.UU. "Desde mi primera cita hasta la decisión final pasó un mes. Se me negó la visa por diferentes razones", explicó Claudia. Esta decisión la dejó varada en México, separada de su esposo e hijo en Houston, sin la posibilidad de regresar por al menos diez años.
Según expertos en inmigración, Claudia no debió viajar a México sin previa asesoría legal. Beneficiarios de DACA, como ella, pueden solicitar un permiso de viaje o Advance Parole, que les permite salir y reingresar a Estados Unidos legalmente, evitando así los riesgos de los procesos consulares en el extranjero. La abogada Silvia Mintz de Houston subraya la importancia de contar con la asesoría de un profesional antes de tomar decisiones migratorias que podrían tener consecuencias devastadoras.
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No es el único caso
Otros beneficiarios de DACA han enfrentado situaciones similares, como lo sucedido con Claudia González, al intentar ajustar su estatus migratorio. Los inmigrantes Karumi Reyes y Marcos Pinzón, por ejemplo, también quedaron varados en México después de que les negaran la visa e impusieran un castigo de diez años. Estos incidentes subrayan la vulnerabilidad de los dreamers y la necesidad de un proceso migratorio más comprensivo y accesible.
La esperanza de Claudia reside ahora en encontrar el apoyo de un congresista que intervenga en su caso y le permita regresar a Houston con su familia. Mientras tanto, sigue esperando en México, enfrentando la angustia e incertidumbre de una situación que podría haberse evitado con la asesoría adecuada.
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