Una de las decisiones más importantes para quienes están por jubilarse en Estados Unidos es cuándo comenzar a recibir los beneficios del Seguro Social. Aunque la edad mínima para reclamarlos es a los 62 años, hacerlo antes de la llamada “edad plena” tiene implicancias financieras que muchos desconocen. Esa elección puede afectar el monto mensual de por vida.
La Administración del Seguro Social (SSA) establece que la edad plena de jubilación varía según el año de nacimiento: por ejemplo, para quienes nacieron entre 1943 y 1954, es a los 66 años; para los nacidos en 1960 o después, es a los 67. Si decides empezar a cobrar antes de esa edad, el cheque mensual se reduce considerablemente, lo cual puede impactar en tu estabilidad económica a largo plazo.
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Ventajas y desventajas de reclamar temprano
Tomar los beneficios del Seguro Social a los 62 años puede parecer conveniente, sobre todo si necesitas el ingreso de inmediato o tienes problemas de salud. Sin embargo, el monto mensual se reduce aproximadamente un 25% o más respecto a lo que recibirías si esperas a la edad plena. Esta reducción es permanente. Es decir, no se ajusta cuando alcanzas la edad completa, lo cual puede representar una pérdida de decenas de miles de dólares a lo largo de tu jubilación.
Por otro lado, si decides esperar incluso más allá de la edad plena, hasta los 70 años, tus beneficios aumentan gracias a los llamados “créditos de jubilación diferida”. En ese caso, el aumento puede ser de hasta el 8% anual por cada año adicional que esperes. Esto significa que planificar cuándo reclamar puede marcar una gran diferencia en tus finanzas durante la vejez.
Además, si continúas trabajando mientras recibes beneficios antes de la edad plena, podrías estar sujeto a límites de ingresos anuales. Si excedes ese límite, el Seguro Social puede retener parte de tus beneficios. Aunque ese dinero no se pierde (se ajusta después), es algo que debes considerar cuidadosamente.
