El Plan ABLE (Achieving a Better Life Experience) es una iniciativa del gobierno de los Estados Unidos diseñada para proporcionar a las personas con discapacidades una herramienta financiera que les permita ahorrar para sus necesidades futuras sin comprometer su elegibilidad para beneficios públicos esenciales.
Establecido en 2014 bajo la Ley ABLE, este programa responde a la necesidad de ofrecer a las personas con discapacidades y sus familias una forma de acumular fondos destinados a gastos relacionados con la discapacidad, promoviendo así su bienestar y calidad de vida.
Antes de la implementación del Plan ABLE, las personas con discapacidades enfrentaban limitaciones significativas al intentar ahorrar dinero, ya que la acumulación de activos superiores a ciertos límites podía resultar en la pérdida de beneficios públicos como el Seguro de Ingreso Suplementario (SSI) y Medicaid.
Esta situación colocaba a las personas con discapacidades en una posición financiera vulnerable, impidiéndoles planificar adecuadamente para gastos futuros relacionados con su condición.
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Beneficios y Funcionamiento del Plan ABLE
El Plan ABLE permite a las personas con discapacidades y sus familias abrir cuentas de ahorro con ventajas fiscales, similares a las cuentas de ahorro para la educación universitaria conocidas como 529. Los fondos depositados en una cuenta ABLE pueden utilizarse para cubrir una amplia gama de gastos calificados relacionados con la discapacidad, incluyendo:
Educación
Vivienda
Transporte
Asistencia personal
Tecnología de apoyo
Servicios de salud y prevención
Gastos administrativos y legales
Una de las principales ventajas de las cuentas ABLE es que los primeros U$D 100 000 acumulados no se consideran para la determinación de la elegibilidad del SSI. Además, los fondos en una cuenta ABLE no afectan la elegibilidad para Medicaid, independientemente del monto ahorrado. Esto permite a las personas con discapacidades ahorrar para necesidades futuras sin temor a perder beneficios públicos esenciales.
Para ser elegible para abrir una cuenta ABLE, la persona debe haber adquirido su discapacidad antes de los 26 años de edad. Sin embargo, existen esfuerzos legislativos en curso para aumentar este límite de edad y así ampliar el acceso al programa.
Cada beneficiario puede tener solo una cuenta ABLE, y las contribuciones anuales están limitadas a la cantidad permitida por la ley federal de impuestos sobre donaciones, que es de U$D 15 000 (ajustado periódicamente por inflación).
Además de las contribuciones de familiares y amigos, las personas con discapacidad que trabajan pueden aportar ingresos adicionales a su cuenta ABLE, hasta un límite establecido por la ley, lo que les permite incrementar sus ahorros y fomentar su independencia económica.
Créditos: María Díaz Seguro Social USA | @mariadiazsegurosocialusa