Kamala Harris se convirtió en la nominada oficial del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, en 2024. Si la candidata gana será la primera mujer presidenta, pero también sería la primera demócrata en ganar un comicio presidencial desde una base política de poder en California.
California es verdaderamente excepcional, y eso molesta a gran parte del resto del país. De acuerdo con los especialistas, el estado y sus habitantes son demasiado grandes, demasiado ricos, demasiado inventivos y demasiado liberales.
Si el estado fuera una nación, tendría la quinta economía más grande del mundo. Contribuye con alrededor del 15% del PIB de Estados Unidos, una cifra muy desproporcionada en comparación con otros estados, y es el hogar de gigantes tecnológicos como Apple, Meta y Google.
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La maldición de California
En California no hay antecedentes de candidaturas importantes a la presidencia por parte de políticos que hayan curtido sus estudios en su capital, Sacramento. Salvo la vacilante campaña de Harris en 2020, hay que remontarse a 1992 para encontrar el último intento serio de California de llegar a la presidencia.
Fue entonces cuando el entonces gobernador, Jerry Brown, hizo su última campaña, ofreciendo un serio desafío a Bill Clinton antes de elegir al reverendo Jesse Jackson como su candidato a vicepresidente.
¿Dónde debería Harris buscar inspiración? ¿Tiene peso el estereotipo de los fracasos de California? Los especialistas sugieren que la candidata puede imitar los jemeplos de Diane Feinstein y Barbara Boxer, que “rompieron la maldición” cuando fueron elegidas en 1992 como las primeras senadoras del estado.
No obstante, la realidad es que California ha producido una serie de políticos exitosos al más alto nivel, pero hasta ahora han sido hombres y republicanos. “A los habitantes del Medio Oeste no les molestan los californianos, siempre que sean californianos conservadores”, concluyó un analista político a CNN.
Créditos: YouTube | @carlosjoseremigio5819
