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En medio de los operativos migratorios que continúan desarrollándose en distintas partes de Estados Unidos, defensores de derechos civiles están promoviendo activamente el uso de un recurso legal llamado tarjeta roja. Este documento, accesible y gratuito, tiene como objetivo proteger a los migrantes ante acciones arbitrarias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
¿Qué es la tarjeta roja y cómo puede ayudarte ante una redada migratoria?
Aunque no es un documento oficial de identidad, la tarjeta roja ofrece instrucciones legales claras sobre cómo actuar durante una redada o detención. Su principal función es recordar a los inmigrantes sus derechos constitucionales, como el de permanecer en silencio y exigir una orden judicial válida antes de permitir el ingreso de agentes a su domicilio.
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Diseñada por el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes (ILRC, por sus siglas en inglés), la tarjeta está redactada en inglés y español, y se utiliza como una herramienta de defensa inmediata. Si un agente de ICE llega a una vivienda sin orden firmada por un juez, se recomienda no abrir la puerta y deslizar la tarjeta por debajo, dejando constancia de que no se autoriza el ingreso.
La estrategia detrás de la tarjeta roja es empoderar a los migrantes con información práctica y legal. Al actuar como un aviso formal, este documento comunica a los agentes que el individuo conoce sus derechos y no colaborará sin la presencia de un abogado. Esto reduce significativamente el riesgo de ser detenido injustamente o de facilitar información que pueda agravar su situación.
Además, la tarjeta contiene una declaración que indica que el portador no responderá preguntas ni firmará documentos sin asesoría legal. Es un recurso que se vuelve especialmente valioso en situaciones de alta presión, donde muchas veces las personas actúan sin plena conciencia de sus derechos.
Este documento puede descargarse sin costo desde el sitio oficial del ILRC. También se puede solicitar en formato físico. Se recomienda plastificarlo y portar varias copias para compartir con otros miembros de la comunidad migrante, aumentando así la protección colectiva.