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En Estados Unidos, quienes trabajan de manera independiente —como contratistas, freelancers o dueños de pequeños negocios— no tienen un empleador que les retenga impuestos ni que pague una parte del Seguro Social por ellos. En su lugar, deben pagar el self-employment tax, un impuesto especial que cubre su contribución tanto al Seguro Social como a Medicare.
Este impuesto es obligatorio si tus ganancias netas por cuenta propia son de $400 o más en un año. Aunque puede parecer una carga adicional, en realidad es lo que asegura que sigas acumulando créditos hacia la jubilación, beneficios por discapacidad o cobertura médica a través de Medicare.
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Esto incluye el self-employment tax y cómo se paga
El self-employment tax combina dos impuestos:
- 12.4% para el Seguro Social
- 2.9% para Medicare
En total, representa un 15.3% sobre tus ingresos netos. Esta tasa refleja tanto tu parte como la del “empleador”, ya que al trabajar por cuenta propia, asumes ambas responsabilidades. Si ganas más de U$D 200 000 anuales (U$S 250 000 si estás casado), puede aplicarse un impuesto adicional del 0.9% para Medicare.
Para pagarlo correctamente, necesitas:
- Llenar el formulario Schedule SE (Formulario 1040): Ahí calcularás el impuesto total que debes pagar.
- Hacer pagos trimestrales estimados al IRS: Esto te ayuda a evitar multas por subpago a fin de año.
Por esta razón es importante este impuesto
Si no pagas el self-employment tax, no acumulas créditos en el Seguro Social, lo que significa que podrías quedar fuera de beneficios como:
- Jubilación
- Discapacidad
- Beneficios por fallecimiento para tu familia
- Medicare a partir de los 65 años
Muchos trabajadores independientes desconocen este detalle y, al llegar a la edad de retiro, se sorprenden al descubrir que no califican para ciertos programas.