El martes 13 de diciembre, el cuadro albiceleste aseguró su pase a la final del Mundial Qatar 2022 y miles de argentinos celebraron en una casa de tres pisos en un barrio de Buenos Aires, donde vivió la leyenda del fútbol argentino Diego Armando Maradona.
Lee también: Antonella Rocuzzo imita el “¿Qué mirás bobo?” de Lionel Messi y causa furor en TikTok
Fanáticos entran a la casa de Diego Maradona
El mes pasado, el empresario dueño de la vivienda empezó a abrir sus puertas del recinto a fin de que los hinchas puedan disfrutar de los juegos de Argentina en el Mundial.
Pero no solo eso, además pagó las bebidas sin alcohol y realizó un asado con 450 kilogramos de carne para los vecinos y extraños que se reunieron en el patio trasero junto a la piscina de Diego.
“Cuando comenzamos a dejar pasar a la gente, empezaron a llorar y a desmayarse de la emoción”, contó Ariel Fernando García, de 47 años, el nuevo propietario. “Para mí, Maradona era un extraterrestre. Ningún hombre les ha dado más alegría a los argentinos”, comentó
Según los aficionados, la casa es sagrada y se siente tanto la fe como la devoción hacia el 10: “Realmente puedes sentir su presencia aquí”, comentó Roxana Orio, una tatuadora que llegó a la casa con su hija.
Cómo se compró la casa
Diego Maradona compró el inmueble en 1980 como un regalo para sus padres, pero vivió en ese lugar por varios años. Según Ariel García, creció cerca del lugar cuando la familia del futbolista seguía viviendo en la casa, también contó que celebró afuera en 1986 cuando Argentina ganó el Mundial y en 1990 cuando llegaron a una nueva final.
A inicios de este año, salió una noticia que la vivienda estaba en venta desde hace un año y si nadie quería comprarla, sería demolida para construir una torre residencial. Así que García pidió un préstamo de 50 mil dólares a un amigo para el pago inicial y pagó en total 900 mil dólares.
Lee también: Mundial Qatar 2022: hincha argentino se levanta de su silla de ruedas para animar a su selección
Aunque pensó en hacer de la casa un museo, pero al ver la alegría de su hijo decidió abrir sus puertas para hacer fiestas en la piscina durante el mundial. Fue para el partido contra Polonia que pudo reunir hasta 700 personas.
“Estoy convencido de que hay señales de que Maradona me eligió para que esta casa brindara felicidad, como la que él transmitió en la cancha”, aseguró García, quien abrirá nuevamente las puertas, este 18 de diciembre, para la final entre Argentina y Francia.