Una intensa ola de calor ha activado las alarmas en el norte de California, donde los termómetros podrían superar los 37.7 °C (100 °F) durante varios días consecutivos. Ante este escenario, los hospitales ya se están preparando para un aumento en la atención de urgencias debido a complicaciones relacionadas con el calor. Las alertas emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) se mantendrán vigentes hasta la mañana del domingo 1 de junio.
Las autoridades sanitarias advierten que esta podría ser la primera gran ola de calor de la temporada, lo que la convierte en una amenaza considerable para la población no acostumbrada aún a temperaturas tan elevadas. Los grupos más vulnerables, como adultos mayores, niños, personas con enfermedades crónicas y trabajadores expuestos al sol, podrían ser los más afectados.
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Centros médicos activan protocolos de emergencia
En Redding, dos importantes hospitales, el Shasta Regional Medical Center y el Mercy Medical Center, ya han comenzado a tomar medidas preventivas. Michelle Shahbon, directora de emergencias del Shasta Regional, confirmó que se espera una mayor demanda en las salas de urgencia debido a cuadros clínicos relacionados con el calor. El personal ha sido reforzado y se han activado protocolos de respuesta rápida. “Estamos viendo un aumento de las temperaturas y sabemos que esto traerá más pacientes”, señaló Shahbon.
El doctor Gregory Hartt, del Mercy Medical Center, detalló que los tratamientos más comunes en estos casos incluyen la inmersión en agua con hielo y la administración de líquidos por vía intravenosa. Añadió que las medidas de enfriamiento rápido son vitales para prevenir complicaciones mayores, como el golpe de calor, una afección que puede poner en riesgo la vida si no se trata a tiempo.
Respuestas dispares ante el mismo fenómeno
No todos los hospitales del estado están reaccionando de la misma manera. Desde UC Davis Health, un portavoz sostuvo que las temperaturas que se están registrando no son inusuales en esta época del año y que no se anticipan emergencias mayores. Esta respuesta más relajada contrasta con la preparación activa de otros centros médicos, reflejando la variabilidad en los protocolos frente a emergencias climáticas.
Este contraste evidencia la importancia de contar con estrategias claras y uniformes ante fenómenos cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Para Hartt, la clave está en la anticipación: “A medida que suben las temperaturas, anticipamos un aumento correspondiente en las visitas a urgencias por enfermedades relacionadas con el calor”.
Turistas y residentes deben tomar precauciones urgentes
El NWS ha hecho un llamado especial a turistas y personas que realizan actividades al aire libre, quienes podrían no estar adecuadamente preparados para las condiciones extremas. Las visitas a lagos y ríos, tan comunes en esta temporada, se convierten en escenarios de riesgo si no se cuenta con suficiente agua, sombra o conocimiento de los síntomas de agotamiento por calor.
Las autoridades recomiendan lo siguiente:
- Mantenerse hidratado
- Evitar la exposición directa al sol durante las horas más calurosas
- Prestar especial atención a niños y adultos mayores
- Revisar periódicamente los reportes meteorológicos
- Seguir las indicaciones de salud pública
La prevención puede marcar la diferencia entre una jornada calurosa y una emergencia médica.