Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, promete realizar deportaciones masivas de inmigrantes; no obstante, su plan podría ser más ambicioso de lo que prometió durante la campaña presidencial. Esto sucede porque Texas le ofreció a Trump sus terrenos para construir edificios de deportación de inmigrantes.
Esta propuesta surge después de que Trump amenazó con deportar a familias enteras de inmigrantes y movilizar a la Guardia Nacional para lograrlo. Se espera que la política migratoria del presidente electo se de en Texas, Illinois y California.
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Los terrenos que Texas ofrece a Trump
La Comisionada de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, funcionaria afín a las políticas migratorias de Trump, le regaló al próximo presidente de Estados Unidos más de 500 hectáreas de terreno cerca de la frontera con México. El objetivo de esta entrega es que el gobierno entrante lo utilice como un centro de detención para extranjeros sin documentos en el país americano.
En una carta, la Oficina General de Tierras de Texas indicó que está dispuesta a llegar a un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para permitir que se construyan instalaciones para “procesar, detener y coordinar” las deportaciones en un terreno de 567 hectáreas en el condado de Starr, al sur de Texas.
El terreno que la comisionada de Tierras de Texas ofreció a Donald Trump se usa actualmente como una granja de cultivos de productos como cebollas, girasoles, grano, maíz y algodón.
La propiedad no tiene caminos pavimentados y se encuentra en un condado en el que solo hay un hospital público y recursos locales limitados, por lo que Buckingham enfatizó que su ubicación lo hace ideal para la construcción de centros de deportación.
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