Estados Unidos: Mujer de 81 años vota por primera vez y su razón sorprende a todos

En un año en que la participación ciudadana ha estado en el centro del debate público, la historia de Betty, una mujer de 81 años de Covington, Georgia, ha sorprendido y conmovido a muchos.

Elecciones USA 2024: Su decisión de votar por primera vez surgió tras una conversación casual con su sobrina nieta y un vecino sobre las elecciones presidenciales que se aproximaban.
Elecciones USA 2024: Su decisión de votar por primera vez surgió tras una conversación casual con su sobrina nieta y un vecino sobre las elecciones presidenciales que se aproximaban.
Ilustración

Betty Cartledge, quien nunca había votado en su vida, decidió por primera vez ejercer su derecho al voto, desafiando las barreras que la habían frenado durante décadas. Su historia es un testimonio del poder de la determinación personal y del impacto del diálogo intergeneracional en la toma de decisiones.

El momento decisivo: un sticker con orgullo y una vida de silencio electoral

Cuando Betty recibió su sticker con la frase he asegurado mi voto en el centro de votación, lo pegó en su abrigo con orgullo. Era un momento histórico para ella. A pesar de haber vivido más de ocho décadas, nunca había votado antes, y decidió que el momento había llegado justo antes de cumplir 82 años. A lo largo de sus 64 años de matrimonio con su esposo William, el tema del voto nunca fue parte de sus conversaciones, algo que ella misma no termina de comprender.

Su decisión de votar por primera vez surgió tras una conversación casual con su sobrina nieta y un vecino sobre las elecciones presidenciales que se aproximaban. Fue entonces cuando Betty confesó que, aunque le gustaría votar, no sabía leer ni escribir. Este desafío, compartido por muchas personas mayores sin acceso a la educación formal, hacía que la idea de ir sola al centro de votación resultara intimidante para ella.

Créditos del video: Facebook | Good Morning America

El poder del apoyo familiar: un viaje hacia el empoderamiento

Afortunadamente, Betty no estaba sola en este viaje. Su sobrina Wanda, quien ha votado en todas las elecciones desde que cumplió 18 años, la acompañó en todo el proceso. Juntas, acudieron a la oficina de registro electoral dos semanas antes del día de la votación. Con la ayuda de Wanda, Betty pudo completar el formulario utilizando su licencia de conducir.

El día de la votación, Betty se dirigió con emoción al centro de votación.Gracias al apoyo de los trabajadores electorales y de Wanda, Betty pudo comprender el proceso y tomar su decisión de manera informada. Finalmente, presionó el botón que reflejaba su elección, orgullosa de haber ejercido su derecho.

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Una experiencia transformadora: del miedo al orgullo

Al comparar el momento con experiencias como su primer beso o su bautizo, dejó claro que este voto había dejado una marca imborrable en su vida. Después de votar, su familia la celebró con un almuerzo, mientras ella lucía su sticker con alegría.

Aunque Betty no sigue la política de cerca, este año ha enfrentado varios desafíos personales: la pérdida de su esposo, el aumento en el alquiler y el costo de sus medicamentos. Todo esto la llevó a creer que su voto podría marcar una diferencia en su vida y la de otros. “Espero que otras personas como yo, que no pueden leer ni escribir, hagan lo mismo,” dijo con esperanza.

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