Una propuesta presupuestaria presentada por la administración de Donald Trump ha generado una ola de preocupación en la comunidad médica. Según informes recientes, la Casa Blanca busca reducir significativamente los fondos asignados a la investigación contra el cáncer, lo que podría afectar a millones de pacientes.
El plan contempla recortar millones de dólares del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) en el presupuesto de 2026. Esta cifra representa una disminución del 37,2% en comparación con el presupuesto de 2025. La medida forma parte de una estrategia más amplia del gobierno para reducir el gasto federal y recortar personal en instituciones clave.
Erin Lavik, exsubdirectora del NCI, fue una de las afectadas por esta política, al ser despedida junto con otros trabajadores en etapa de prueba. Lavik calificó los recortes como “desgarradores” y advirtió que decisiones así impactan directamente en la continuidad de investigaciones críticas.
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La cifra de recorte al presupuesto de investigación
La propuesta del presidente Donald Trump se enfoca en eliminar miles U$D 2 700 millones destinados al NCI, el organismo federal encargado de impulsar investigaciones sobre tratamientos, prevención y curas contra el cáncer. Esta reducción de fondos no solo pone en riesgo avances médicos, sino también la salud de millones de personas.
Organizaciones como la Red de Acción contra el Cáncer advierten que esta decisión podría retrasar el progreso de décadas en la lucha contra esta enfermedad, que se estima matará a más de 618 000 estadounidenses en 2025. Para Julie Nickson, de la Sociedad Americana Contra el Cáncer, este recorte representa un golpe a la ciencia y a millones de familias afectadas.
Jennifer R. Brown, de la Sociedad Americana de Hematología, añadió que sin fondos para la investigación básica no habrá nuevas terapias, ni medicamentos que salven vidas. El futuro de muchos tratamientos depende directamente del trabajo que realiza el NCI.