Este mexicano reside en San Diego, California, más de 17 años y su compromiso con su hijo y familia es reconocido por la comunidad. Su vida, sin lugar a dudas, es un ejemplo de superación. Tras la inesperada deportación de su esposa, Adriana, que fue obligada a regresar a Tijuana, México, Abel tuvo que asumir el rol de padre y madre a la vez.
Estas separaciones, que a veces afectan a ciudadanos estadounidenses casados con inmigrantes indocumentados, también suceden durante los procesos de regularización de estatus. Para cambiar esta situación, el gobierno de Biden anunció este martes una medida que protegerá a estas familias de la deportación.
A new immigration rule from the Biden administration proposes protection from deportation for undocumented spouses of U.S. citizens.https://t.co/Ak3zWjPCwW pic.twitter.com/i2P8xfK14w
— USA TODAY (@USATODAY) June 19, 2024
Sus inicios: el restaurante que lo acogió
En ese momento, cuando se separó de su esposa, su hijo mayor, Alejandro, tenía solo tres años. Luego de tomar la difícil decisión de que el niño se quedaría en California, la vida de Abel dio un giro de 180 grados. Así, para mantenerlo, comenzó a trabajar todo el día en un restaurante y luego se encargaba de cuidar al pequeño. El tiempo y el dinero eran escasos, pero el fútbol fue su salvación, su pasión que lo ayudó a seguir adelante.
Tras terminar su turno en el restaurante, en lugar de regresar a casa, Abel llevaba a Alejandro a practicar su deporte favorito. Con el tiempo y mucha perseverancia, se convirtió en el entrenador de su comunidad en San Diego, enseñando a muchos jóvenes a patear y meter goles.
“Creo que lo más difícil fue educar a mis hijos mientras trato de pasar tiempo de calidad con ellos. Tengo que trabajar, proveerlos y además mantener las actividades con futbol”. “Cada mañana, preparo el desayuno para mis hijos y me aseguro de que tengan todo lo que necesitan”, mencionó Abel para una entrevista en Telemundo.
Créditos del video: Youtube | Noticias Telemundo
Amor a la distancia
A pesar de los años que han pasado, el amor entre Abel y Adriana sigue siendo fuerte. De hecho, la pareja tuvo dos hijos más. Uno de ellos vive en California con Abel, mientras que el otro está en México con su madre. Esta separación familiar no ha sido fácil, pero su amor y dedicación han mantenido a la familia unida a pesar de la distancia.
En la entrevista con Telemundo, Adriana expresó su gratitud y admiración por Abel: “Eres un excelente papá, muy atento y dedicado a nuestros hijos. Te lo agradezco de todo corazón”. Estas palabras reflejan no solo el amor entre ellos, sino también el respeto y la admiración que Adriana siente por Abel, quien ha asumido con valentía el papel de padre y madre para sus hijos en California.
Abel se ha convertido en un pilar fundamental no solo para sus hijos, sino también para la comunidad. Su capacidad para mantener el equilibrio entre su trabajo y su dedicación a sus hijos es impresionante. A pesar de las dificultades, ha encontrado la manera de estar presente en la vida de sus hijos y de continuar siendo una figura positiva en su comunidad.