La ciudad de Nueva York ha decidido tomar una medida concreta frente al repunte de crímenes en tiendas minoristas, especialmente en las bodegas que operan día y noche. El alcalde Eric Adams anunció la instalación de botones de pánico en 500 de estos establecimientos como parte de ‘SilentShield’, un sistema que conectará directamente a los comercios con el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés) ante cualquier emergencia.
La inversión, que asciende a U$D 1.6 millones, representa una respuesta tecnológica y coordinada ante la vulnerabilidad de estos negocios frente a robos y asaltos. Además del botón de emergencia, el programa permitirá a la policía tener acceso en tiempo real a las cámaras de seguridad de los locales involucrados, facilitando una intervención más rápida y efectiva.
Te recomendamos
La comunidad de bodegueros respalda el proyecto
La Asociación de Bodegas de América (UBA, por sus siglas en inglés) ha sido clave en el diseño e implementación de la medida. Luego de años denunciando la inseguridad que enfrentan los dueños de estos pequeños comercios, el gremio trabajó en conjunto con la alcaldía para desarrollar una solución directa y funcional.
Fernando Mateo, portavoz de la UBA, detalló que el despliegue del programa se realizará de forma inmediata, aunque por motivos de seguridad no se revelarán las ubicaciones exactas de las bodegas que recibirán los dispositivos. A pesar de que las estadísticas generales muestran una caída en el crimen en la ciudad, las bodegas siguen siendo uno de los blancos preferidos por los delincuentes.
Un sistema pensado para situaciones críticas
Según el jefe del NYPD, John Chell, ‘SilentShield’ funcionará tanto como herramienta de prevención como de reacción rápida. Su objetivo principal es proteger a los comerciantes y disuadir a los atacantes, especialmente en zonas donde el patrullaje policial no siempre es inmediato.
Por su parte, Radhames Rodríguez, presidente de la UBA, remarcó que las bodegas que trabajan las 24 horas son las más expuestas a situaciones de riesgo. En ese sentido, esta herramienta permitirá actuar con rapidez cuando el tiempo es crucial para evitar una tragedia.
Cada propietario y empleado de los comercios seleccionados será capacitado para usar correctamente el botón de emergencia. El sistema está pensado para activarse únicamente en casos de alta gravedad, como robos con violencia o amenazas directas a la vida de los trabajadores.
Con esta iniciativa, Nueva York busca no solo proteger a sus bodegueros, sino también enviar un mensaje claro: la ciudad no permitirá que estos espacios, vitales para las comunidades, sigan siendo víctimas del crimen sin una respuesta contundente.