IKEA está a punto de transformar uno de sus sellos más icónicos: el recorrido tipo laberinto. La cadena sueca de muebles ha anunciado que está desarrollando una tienda lineal de casi dos kilómetros, diseñada especialmente para facilitar la orientación del cliente y hacer más ágil la experiencia de compra.
Desde su fundación, IKEA se caracterizó por invitar a los usuarios a recorrer pasillos en zigzag donde cada giro ofrecía una nueva tentación. Pero ahora, con el uso masivo de GPS y la pérdida de habilidades espaciales, la marca detectó que ese modelo ya no encaja del todo con los hábitos actuales. Por eso, según declaró Tolga Oncu, director minorista de la empresa, buscan un formato en el que “no se pueda uno perder”.
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Una tienda en línea recta para recorrer sin perderse
La nueva tienda tendrá una sola planta y un diseño tipo pasillo continuo. Los clientes seguirán un único trayecto que comienza en la entrada y avanza directamente hacia la zona de cajas. En el camino, pasarán por las tradicionales salas de exhibición, la zona de mercado, el área de autoservicio de muebles y finalmente el checkout.
El concepto fue revelado por el medio Dezeen, que adelantó que este tipo de tienda lineal no renunciará del todo a la experiencia IKEA: habrá las clásicas secciones y elementos reconocibles, pero con una estructura mucho más simple y directa.
Lo que IKEA implementará para que su nueva tienda sea un éxito
Uno de los grandes retos era cómo hacer que este recorrido tan largo no se vuelva agotador. Para ello, IKEA incorporará una plataforma rodante a lo largo del pasillo, con puntos para subir y bajar. Así, los clientes podrán desplazarse más rápido si desean regresar a verificar un producto o simplemente si se sienten cansados.
Otro de los cambios llamativos es el patio de comidas, que ya no estará al final del recorrido sino justo en el centro de la tienda. Allí, se implementará una pasarela rápida que permitirá ingresar directamente desde el exterior, sin tener que hacer todo el trayecto de compras.
Un incidente insólito motivó el rediseño
La idea de este nuevo formato no surgió solo por motivos logísticos o estéticos. Según fuentes internas de IKEA, la decisión se aceleró luego de un curioso incidente: un cliente quedó atrapado dentro de una tienda tras el horario de cierre. Desorientado, se escondió dentro de una cesta llena de serpientes de peluche sin encontrar la salida, lo que puso en evidencia los problemas de navegación del diseño tradicional.
Este hecho impulsó al equipo ejecutivo a reimaginar el concepto de tienda, manteniendo la esencia de la marca, pero adaptándola a los tiempos actuales.
IKEA también explora ideas aún más excéntricas
Aunque el diseño lineal ya representa una innovación significativa, no sería el único experimento en marcha. Fuentes cercanas aseguran que IKEA estaría explorando conceptos aún más excéntricos, como tiendas con forma esférica o incluso una con el diseño de una albóndiga gigante. Si bien estos proyectos no han sido confirmados oficialmente, muestran que la marca está dispuesta a jugar con su identidad para seguir sorprendiendo.