El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha emitido una nueva disposición que exige a los inmigrantes indocumentados registrarse en la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés). Aunque el proceso es voluntario en términos prácticos, quienes no lo cumplan en un plazo de 30 días podrían enfrentar multas de hasta U$D 5 000 y penas de cárcel de hasta seis meses.
El mandato se basa en la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA, por sus siglas en inglés), específicamente en la sección que regula el "Registro de extranjeros". La norma también señala que los padres o tutores de menores de 14 años están obligados a registrar a los menores a su cargo.
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Un antecedente con críticas y polémica
Esta estrategia no es nueva en la política migratoria de Estados Unidos. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el gobierno de George W. Bush implementó el Sistema Nacional de Registro de Entradas y Salidas de Seguridad (NSEERS, por sus siglas en inglés), que obligaba a ciudadanos de 25 países, principalmente musulmanes, a registrarse.
La medida generó fuertes críticas de organizaciones de derechos civiles, como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que la consideraron discriminatoria. En respuesta a la presión pública, el gobierno de Barack Obama desmanteló el programa en 2016, eliminando las regulaciones asociadas.
Así funcionará el registro en Uscis
El DHS ha habilitado un portal en línea en inglés y español para que los inmigrantes inicien el proceso de registro. A través de esta plataforma, los extranjeros deberán crear una cuenta y recibirán instrucciones sobre los pasos a seguir.
Sin embargo, Uscis ha sido claro en señalar que estar registrado no proporciona ningún tipo de beneficio migratorio, ni permisos de trabajo, ni protección contra la deportación. Por el contrario, el DHS ha indicado que el objetivo es incentivar la salida voluntaria de los inmigrantes del país.
Consecuencias para quienes incumplan
Las sanciones establecidas en la normativa son severas. Los inmigrantes que no cumplan con el registro en el plazo estipulado podrían recibir multas económicas de hasta U$D 5 000 y enfrentar penas de prisión de hasta seis meses.
El gobierno ha lanzado una campaña publicitaria para informar a los inmigrantes sobre estas nuevas reglas y disuadirlos de permanecer en el país sin cumplir con los requisitos impuestos. La ley migratoria también contempla sanciones penales para ciertos casos específicos de incumplimiento.
Aunque el DHS insiste en que el registro es una herramienta de control, organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han advertido que la medida podría ser utilizada para reforzar futuras deportaciones masivas. Mientras tanto, Uscis continuará con la implementación del sistema, que ya ha comenzado a generar incertidumbre en la comunidad inmigrante en Estados Unidos.
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