Este 4 de julio, mientras los cielos se iluminan con fuegos artificiales y las familias celebran la independencia de Estados Unidos, una melodía en particular resonará en los corazones de muchos: God Bless America. Pero, ¿sabías que este himno no oficial del patriotismo estadounidense fue escrito por un inmigrante?
Desde su debut hace 70 años, se ha consolidado como una canción emblemática que trasciende barreras de política, raza, riqueza y religión. Interpretada por leyendas como Frank Sinatra, Bing Crosby, Whitney Houston Y Marc Anthony. La melodía fue adoptada por campañas presidenciales de 1940, simbolizando unidad y esperanza en tiempos de elección.
¿Cuál es su origen?
El verdadero origen es una historia de resiliencia y sueños cumplidos. En 1893, Irving Berlin, un niño de tan solo cinco años, llegó a Estados Unidos huyendo de las persecuciones antisemitas en la Rusia zarista. Separado brevemente de sus padres en Nueva York, Berlin y su familia pronto comenzaron una nueva vida en tierras americanas.
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Músico de corazón
A pesar de su origen humilde, Berlin demostró un talento innato para la música desde temprana edad. A los 13 años cantaba en las calles para ganarse la vida. Su primer éxito, Alexander's Ragtime Band, llegó antes de cumplir 20 años, marcando el inicio de una carrera prolífica que lo llevaría a escribir icónicos musicales para Broadway y Hollywood.
La canción permaneció archivada y olvidada durante muchas décadas, hasta que la redescubrió y presentó una versión revisada a la estrella de la radio Kate Smith, quien la cantó el 10 de noviembre de 1938, y la repetía semanalmente. En el periodo justo después de su estreno, la historia de éxito de Berlin como inmigrante enlazó su canción con un llamado público a la tolerancia de cara al ascenso del nazismo en Europa.
God Bless America no solo capturó la esencia del sueño americano, sino que también le valió a Berlin condecoraciones de presidentes como Harry Truman, Dwight Eisenhower y Gerald Ford. En 1954, el Congreso de Estados Unidos reconoció su contribución a la nación otorgándole una medalla de oro, el más alto honor de la institución.
Irving Berlin, el inmigrante que encontró refugio y éxito en Estados Unidos, dejó un legado musical que sigue inspirando a generaciones.
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