Las probabilidades eran de 1 en 175 millones cuando Marie Holmes, residente de Carolina del Norte, ganó el premio mayor de Powerball, lotería americana, la mujer se llevó U$D 188 millones y dejó su trabajo para dedicarse a administrar su fortuna junto a sus tres hijos y retomar su carrera universitaria.
Con parte de sus ganancias, Holmes ayudo a su novio, Lamarr McDow, a salir de la prisión y le dio dinero para que abriera un negocio de restauración de automóviles. Sin embargo, McDow se vio envuelto en otro delito y volvió a prisión al ser acusado de traficar droga en Estados Unidos.
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Inesperada demanda
Duranta los años que McDow estuvo en prisión, Holmes vendió los regalos que le había comprado y cerró el negocio de restauración de automóviles. Al salir de prisión, el hombre tomó la decisión de demandar a su ex prometida, la acusó de vender cosas que le pertenecían y de rematar la propiedad que le había dado en Carolina del Norte.
No obstante, los abogados de Holmes argumentaron que McDow nunca fue realmente el propietario de los regalos. “Este caso es la encarnación de la frase ‘lo que es tuyo es mío y lo que es mío es mío’. El problema aquí, sin embargo, es que McDow no tiene nada propio”, escribieron los abogados en un documento en apoyo a una moción para desestimar el caso.
Los letrados aseguraron que el hombre “estaba descontento debido a su vida llena de múltiples condenas penales y un desafortunado deseo de entablar un litigio sin fundamento”. Luego del proceso legal, Holmes ganó el juicio porque todos los regalos y propiedades estaban a su nombre.
Créditos: YouTube | @JayeDeBlackLives