Todo sobre la orden ejecutiva de Trump para bañarse bien: “Las duchas en USA volverán a ser geniales”

La nueva orden anula una norma ecológica vigente desde los gobiernos de Obama y Biden, generando críticas por sus efectos en el medio ambiente.

Orden ejecutiva de Trump para bañarse bien: La normativa también impacta en otras regulaciones domésticas que limitaban el uso de agua en grifos, inodoros y electrodomésticos.
Orden ejecutiva de Trump para bañarse bien: La normativa también impacta en otras regulaciones domésticas que limitaban el uso de agua en grifos, inodoros y electrodomésticos.
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En una nueva jugada con su sello provocador, Donald Trump firmó una orden ejecutiva que cambia los estándares de caudal en los cabezales de ducha en Estados Unidos. Con frases que acapararon titulares —“me gusta ducharme bien para cuidar mi hermoso cabello”—, el presidente volvió a encender el debate sobre la regulación ambiental, enfrentando nuevamente a su electorado con las organizaciones ecológicas.

El texto ordena al secretario de Energía revertir una normativa impulsada por administraciones anteriores que limitaba el flujo de agua a nueve litros por minuto. Con ello, Trump busca permitir duchas con mayor presión, una medida que, según sus críticos, responde más a una estrategia populista que a una verdadera necesidad técnica.

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Desregulación como bandera política

Esta no es la primera vez que Trump carga contra lo que denomina “regulaciones ambientales innecesarias”. Durante su primer mandato, también cuestionó las normas que afectaban la presión de los inodoros, grifos y electrodomésticos. Su argumento central ha sido la comodidad del ciudadano promedio, frente a lo que él percibe como una “burocracia verde” que limita la vida cotidiana.

“Las duchas en Estados Unidos volverán a ser geniales”, proclamó tras firmar la orden. Esta medida refuerza su discurso habitual contra las políticas de sostenibilidad, convirtiendo en motivo de campaña incluso los aspectos más domésticos del consumo energético.

Advertencias de los ambientalistas

Pese a su tono anecdótico, la orden ha generado preocupación en sectores ambientalistas que advierten un posible retroceso en la lucha contra el cambio climático. El caudal restringido en duchas fue diseñado no solo para ahorrar agua, sino también para reducir el uso de energía y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Estados como California, con históricos problemas de sequía, podrían verse especialmente afectados. 

El impacto más allá del baño

Aunque esta medida se centra en los cabezales de ducha, podría sentar un precedente para desregular otras áreas. En el pasado, Trump ya promovió el uso de bombillas incandescentes sobre las de bajo consumo, y criticó estándares de eficiencia para electrodomésticos.

Sus detractores sostienen que esta política responde a un enfoque negacionista frente a la crisis climática. En contraste, sus seguidores celebran lo que consideran una victoria frente a los excesos de regulación. La orden entrará en vigor oficialmente 30 días después de su publicación.

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