Entender el sistema tributario estadounidense es tan importante como cumplir con la obligación de pagar impuestos. Más allá de la rutina anual, conocer el modo en que se gravan los ingresos puede hacer la diferencia al momento de planificar las finanzas y aprovechar los beneficios fiscales que ofrece el sistema.
Aunque muchos ciudadanos consideran que sus obligaciones fiscales son excesivas, en realidad el sistema de recaudación está diseñado bajo un principio de progresividad. De este modo, quienes ganan más aportan más en impuestos federales, mientras que los ingresos más bajos contribuyen en menor proporción.
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Así funciona la progresividad del sistema tributario
Expertos en impuestos señalan que el diseño del sistema tributario federal busca mantener un equilibrio básico de justicia: los hogares con mayores ingresos pagan una parte significativamente mayor de los impuestos sobre la renta. De hecho, datos de la Tax Foundation muestran que el 10% de los contribuyentes de mayores ingresos cubrirá cerca del 72% de los impuestos en 2025, con una tasa impositiva efectiva promedio del 26%.
Por el contrario, el 40% de los hogares con menores ingresos apenas aportará aproximadamente el 4% de su ingreso al Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés). Estas cifras, basadas en los datos tributarios de 2022 y los últimos registros disponibles del IRS, reflejan cómo opera la progresividad dentro del sistema fiscal estadounidense.
La importancia de conocer los tramos impositivos
Uno de los conceptos que más confusión genera es el de los tramos impositivos. Muchas personas creen que su tasa máxima se aplica a la totalidad de sus ingresos, pero en realidad solo un porcentaje de sus ingresos cae en ese tramo superior.
El sistema tributario de Estados Unidos divide el ingreso de cada contribuyente en siete tramos diferentes, y cada tramo está sujeto a una tasa de impuestos distinta. Esto significa que, aunque una persona tenga un tramo impositivo máximo alto, la mayor parte de sus ingresos será gravada a tasas menores, resultando así en un tipo impositivo efectivo más bajo.
Este mecanismo es clave para entender por qué algunos ciudadanos obtienen devoluciones o créditos fiscales, y también para planificar una estrategia fiscal que permita aprovechar los beneficios disponibles dentro de la ley vigente.
