A partir de octubre de 2025, el estado de Nueva York comenzará a distribuir cheques únicos por inflación, de hasta U$D 400, como parte del presupuesto estatal 2025–2026. La medida busca compensar el impacto del aumento del IVA local generado por la inflación y beneficiará a más de 8 millones de residentes sin que tengan que realizar trámite alguno.
Este reembolso no es parte de la declaración de impuestos ni constituye un subsidio recurrente. El envío se realizará automáticamente por correo postal a quienes cumplan con los requisitos establecidos por el Departamento de Impuestos de Nueva York. Según lo aprobado por la gobernadora Kathy Hochul, el cheque representa un retorno directo a quienes han cumplido con sus obligaciones fiscales.
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El dinero llegará automáticamente a quienes presentaron el IT-201
Los residentes que recibirán este cheque deben haber presentado su declaración fiscal IT-201 correspondiente al año 2023. Además, no deben haber sido reclamados como dependientes y deben estar por debajo de ciertos umbrales de ingreso definidos por las autoridades fiscales. El envío comenzará a mediados de octubre y se extenderá hasta noviembre o incluso diciembre.
No hay calendario regional ni solicitud requerida
A diferencia de otros programas estatales, este estímulo no sigue un calendario por zonas. Es decir, no se hará una distribución por código postal. Los cheques serán enviados en papel a la dirección registrada en la declaración IT-201. Por ello, quienes se hayan mudado desde su última declaración deberán actualizar sus datos en línea cuanto antes para asegurar la recepción.
El gobierno de Nueva York ha destinado un fondo total de U$D 2 000 millones para cubrir esta devolución. La distribución será progresiva y, aunque no hay una fecha única de recepción, todos los envíos se realizarán durante el último trimestre del 2025. El monto exacto que reciba cada beneficiario dependerá de sus ingresos y su situación fiscal.
Este es el primer pago de este tipo que se implementa en Nueva York como reacción al alza del impuesto por ventas. Con él, el estado busca aliviar el efecto que ha tenido la inflación sobre los hogares con ingresos bajos y medios. Las autoridades subrayan que este reembolso es único y no se repetirá anualmente.
