A partir de 2025, millones de trabajadores en Estados Unidos enfrentarán una nueva realidad: la edad para acceder a los beneficios completos del Seguro Social pasará oficialmente a 67 años para quienes nacieron en 1960 o después. Esta modificación representa el tramo final de una reforma iniciada hace más de cuatro décadas, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema en un contexto de creciente presión financiera.
Los cambios, que se implementan de forma gradual desde las enmiendas de 1983, elevan progresivamente la edad plena de jubilación de 65 a 67 años. En 2025, se concretará el último ajuste para las personas nacidas en 1960, quienes deberán esperar hasta cumplir los 67 para recibir el 100% de sus beneficios. Para quienes nacieron en 1959, la edad se fijará en 66 años y 10 meses.
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Reducción de beneficios por jubilación anticipada
Optar por jubilarse antes de la edad completa puede costar caro. Reclamar los beneficios a los 62 años —la edad mínima permitida— implica una reducción permanente de hasta 30% en los pagos mensuales. Por ejemplo, un trabajador que tendría derecho a U$D 1 000 mensuales si se jubila a los 67, solo recibiría alrededor de U$D 700 si solicita el beneficio a los 62.
Esta disminución es irreversible y se mantiene durante toda la vida del jubilado, lo que puede traducirse en una pérdida acumulada considerable. La decisión sobre cuándo retirarse se convierte así en una jugada estratégica, especialmente relevante para quienes tienen una expectativa de vida prolongada.
Aumentos al posponer la jubilación
En contraste, postergar la jubilación más allá de la edad completa puede aumentar sustancialmente el monto mensual recibido. Por cada año adicional de espera, se obtienen créditos que incrementan los pagos en un 8% anual, hasta los 70 años.
Siguiendo el mismo ejemplo, quien espere hasta los 70 años para reclamar un beneficio de U$D 1 000 mensuales podría recibir aproximadamente U$D 1 240, lo que representa un incremento del 24%. Esta estrategia puede ser ideal para personas saludables, con ingresos estables y sin urgencia financiera inmediata.
Así planificas bajo las nuevas reglas
Los trabajadores que cumplan 65 años en 2025 y hayan nacido en 1960 deberán esperar hasta 2027 para recibir el beneficio completo. En este nuevo escenario, la planificación cobra un papel crucial.
Los expertos recomiendan consultar anualmente el registro de ingresos y beneficios proyectados en el sitio web de la SSA. También sugieren utilizar el Estimador de Jubilación oficial, el cual permite simular distintos escenarios de edad de retiro.
Finalmente, se aconseja acudir a asesores financieros que puedan orientar sobre tributación, coordinación con Medicare, opciones para cónyuges y evaluación integral de fondos de retiro como pensiones, IRAs o planes 401(k). Estas acciones pueden marcar la diferencia en una jubilación financieramente estable y bien planificada.
