Solicitar la visa americana B1/B2 puede parecer complicado, pero gran parte del miedo nace de la desinformación. Las ideas erróneas que circulan entre postulantes crean barreras innecesarias que podrían costar una negativa.
Aunque muchos creen que el proceso está reservado para quienes tienen recursos o privilegios especiales, la realidad es distinta. Tener claridad en el trámite, ser honesto y demostrar vínculos sólidos con tu país son factores más decisivos que cualquier mito.
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Mitos frecuentes que complican el trámite
Uno de los errores más comunes es creer que se necesita ayuda profesional para llenar el formulario de solicitud.
1. Necesitar un agente para llenar la solicitud
No es obligatorio contratar un gestor o intermediario para completar el DS-160. Cualquier persona con internet y sus datos personales puede hacerlo por sí misma si se organiza y revisa cuidadosamente cada sección.
2. Saber inglés
Otra idea equivocada es que el dominio del inglés es indispensable. Tanto el formulario como la entrevista pueden hacerse completamente en español. Incluso el DS-160 ofrece traducciones automáticas.
3. Pensar que la solicitud DS-160 no importa
Algunos creen que lo que declaran en el formulario no se toma en cuenta. Sin embargo, es el primer documento que revisa el consulado y cualquier dato inexacto puede influir negativamente.
4. Hablar con el oficial en inglés
Intentar impresionar hablando inglés puede ser contraproducente si no se domina el idioma. Un simple saludo puede hacer que toda la entrevista se desarrolle en inglés, generando confusión.
5. Necesitar mucho dinero
Tener grandes sumas no garantiza la visa. Lo que realmente se evalúa es si los ingresos y bienes del solicitante son coherentes con el motivo del viaje, y si hay suficientes lazos con su país para asegurar el retorno.
6. Pensar que la entrevista es larga
La mayoría de entrevistas consulares no supera los cinco minutos. Las preguntas clave están diseñadas para confirmar la información del formulario, por lo que una buena preparación es esencial.
7. Creer que la visa B1/B2 solo sirve para turismo
Esta visa también cubre viajes por negocios, tratamientos médicos, eventos familiares, conferencias o cursos breves. No se limita al turismo.
8. Pensar que con la visa ya puedes ingresar a EE.UU.
Tener la visa no garantiza el ingreso. La decisión final la toma el oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) en el punto de entrada, donde se realiza una breve verificación de propósito de viaje.
9. Creer que te quitarán la visa por viajar mucho a EE.UU.
Viajar con frecuencia no es un problema si respetas las reglas: no trabajar, no exceder el tiempo permitido y justificar bien cada visita.
10. Pensar que si tienes familiares en EE.UU. no te darán la visa
Tener familia en Estados Unidos no impide obtener la visa. Lo importante es demostrar que no tienes intención de quedarte, sobre todo si los parientes tienen estatus migratorio irregular.
Claridad y veracidad: Las claves del proceso
La mejor estrategia para obtener la visa americana es dejar de lado los mitos y enfocarse en la preparación. Revisar bien el formulario, hablar con honestidad y mostrar arraigo en tu país pueden marcar la diferencia entre una visa aprobada y una rechazada.