La Visa L-1A es considerada como una Visa de trabajo para empleados con conocimientos y capacidades especializadas, o en una posición ejecutiva o de gerencia. Toda esa experiencia será transferida de una compañía extranjera a una subsidiaria, sucursal, afiliada o matriz en Estados Unidos.
Gracias a esta Visa, la persona que la posee puede aspirar en un determinado tiempo a una Green Card o residencia permanente. Lo que se busca con este acceso es expandir sus operaciones en este país.
Uno de los requisitos básicos que pide el gobierno americano es que el usuario haya trabajado, al menos, un año en Estados Unidos tres años antes de presentar la solicitud y cuente con algún cargo directivo de los antes mencionados.
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¿Se puede conseguir la Green Card sin la ayuda del empleador?
Para poder aplicar a este cambio de estatus, es necesario presentar el Formulario I-140 del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés) junto al Formulario I-485.
Es importante tomar en cuenta que para llegar a la Green Card por esta vía solo se puede hacer mediante un patrocinador adjunto. Uscis indica que la auto-solicitud no existe para este caso.
El tiempo límite para poder tener el documento puede durar entre 6 a 24 meses. Si está interesado en realizar este trámite, el patrocinador solo tiene que dar click aquí.