Marlin Deere Wakeman, un joven de Florida, vivió una experiencia aterradora el pasado 26 de abril mientras realizaba trabajos de mantenimiento en un barco en Flying Fish Marina, en las Bahamas. Durante su labor, se resbaló y cayó al agua, donde fue atacado por dos tiburones. El primero lo mordió en la rodilla y el segundo en el hombro. A pesar de las heridas, Wakeman logró arrastrarse de regreso al bote y pedir ayuda, demostrando una increíble valentía y determinación.
Un ataque inesperado
En una conferencia de prensa en el Centro Médico St. Mary’s en West Palm Beach, Florida, Wakeman compartió detalles sobre el incidente.
Explicó que el hecho se produjo cerca de un área repleta de tiburones de arrecife caribeños, lo que aumentaba significativamente el riesgo.
"Cuando terminé en el agua, sabía prácticamente lo que iba a pasar", señaló el estadounidense de 24 años. A pesar del peligro inminente, su instinto de supervivencia superó el miedo, permitiéndole actuar rápidamente.
FLORIDA MAN SURVIVES SHARK BITES 🦈 According to his surgeon, this 24-year-old is lucky to still have his leg after he fell into the water while in the Bahamas and was quickly bitten by two sharks.
— 10 Tampa Bay (@10TampaBay) May 10, 2024
Fortunately, he lived to tell his story: https://t.co/mC1Es3IRBs pic.twitter.com/ou6Ququ8mM
La brutalidad del ataque
El primer tiburón lo atacó y lo soltó rápidamente, una suerte inesperada ya que no sacudió la cabeza ni se aferró a su presa.
Sin embargo, un segundo depredador se acercó y lo mordió en el hombro, causándole una presión intensa pero sin un dolor agudo inmediato. "Realmente no sientes los dientes entrando", agregó Wakeman.
A pesar de las heridas, pudo regresar al bote, donde su capitán le aplicó un torniquete para detener la hemorragia, acción crucial para su supervivencia.
Atención médica y recuperación
Wakeman fue trasladado en avión a Florida, donde recibió atención médica adicional. El Dr. Robert Borrego, director médico de traumatología del St. Mary’s, indicó que las heridas del joven sugerían un ataque de un tiburón de al menos dos a 2.5 metros de largo.
A pesar de la gravedad de sus lesiones, Wakeman se encuentra en proceso de recuperación. Tanto él como su padre, Rufus Wakeman, expresaron su agradecimiento por la rápida acción del capitán y el equipo médico que le salvó la vida.
Aunque la experiencia fue traumática, Wakeman se muestra optimista sobre su recuperación y está ansioso por volver al agua en el futuro. "Tal vez tenga algunas pesadillas aquí y allá, pero creo que estaré bien", concluyó.