En un mundo donde la precisión lingüística es cada vez más valorada, una profesora ha encontrado un método sorprendentemente simple para mejorar la ortografía de sus alumnos. La usuaria de Twitter, @AnaCasandra_, ha compartido su truco, acumulando más de 235 mil impresiones.
¿El secreto? Repetición, repetición y repetición. Según ella, hacer que los alumnos escriban diez frases con cada palabra en la que han cometido una falta ortográfica ha resultado en una notable mejora en su escritura.
Le funciona bien
Ana Casandra pone como ejemplo a una de sus alumnas, quien en dos años pasó de cometer 50 faltas en un examen a casi ninguna. Aunque reconoce que la tarea puede ser ardua y pesada, los resultados son innegables.
"Se va con sus dos sobresalientes en latín y griego, además del premio de haber mejorado en la expresión escrita", comenta la profesora en una publicación posterior. Esta alumna, a pesar de las dificultades, ha mostrado gratitud por la notable mejora obtenida.
Una alumna que llegó a tener hasta 50 faltas en un examen en 4º de ESO, ha terminado 2º de Bachillerato sin apenas faltas en los últimos exámenes. Yo les hago hacer 10 frases con cada palabra en la que han cometido falta para no penalizarles. Este método funciona y mejoran mucho.
— Ana Casandra (@AnaCasandra_) May 26, 2024
La respaldan en redes
La efectividad de este método ha generado un amplio debate en las redes sociales. Con más de 2 mil 'me gusta' y decenas de respuestas, la publicación ha provocado comentarios que varían desde el reconocimiento del esfuerzo hasta críticas sobre el sistema educativo.
"¡Sorpresa! Repetir algo muchas veces funciona para aprender", comenta un usuario, mientras otro destaca la falta de hábitos de lectura como una causa de los errores ortográficos.
Este método simple pero efectivo subraya la importancia de la repetición y la constancia en el aprendizaje. En un contexto donde las faltas de ortografía son comunes incluso entre los estudiantes de niveles avanzados, la estrategia de Ana Casandra demuestra que con dedicación y trabajo arduo, es posible alcanzar una mejora significativa.
Esta práctica no solo fortalece la ortografía, sino que también promueve una mayor conciencia y apreciación por la precisión lingüística.