Luego de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se retirara de la carrera electoral y cediera el lugar a Kamala Harris, las encuestas dieron un giro repentino y mostraron a la candidata republicana por encima de Donald Trump.
En ese sentido, Trump decidió participar del debate del próximo 10 de setiembre, evento que los expertos consideran esencial para elegir al ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Mientras la candidata demócrata disfruta de un impulso cada vez mayor en las últimas semanas.
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Tres claves del histórico debate
Una gran prueba para ambos candidatos
La preparación del debate será intensa, y la naturaleza truncada de la nueva campaña podría crear otro punto de inflexión histórico en el menguante camino hacia la Casa Blanca. Trump ya está jugando su juego de expectativas de denigrar las habilidades de su oponente, que podría ser la primera mujer presidenta.
El enfrentamiento también se perfila como una prueba extrema para Harris, la vicepresidenta tiene un historial mixto en los debates: se desempeñó muy bien en tales eventos a principios de su fallida campaña presidencial de 2020. Pero en otros, luchó.
Trump lucha por imponerse en una carrera transformada
Según los especialistas, el ex presidente de Estados Unidos parece estar aturdido tras la salida de Joe Biden y la enérgica candidatura demócrata. Cuando se le preguntó por qué no estaba haciendo más campaña y contrarrestando el despliegue de la campaña de Harris, Trump declaró a CNN: "Llevo mucha ventaja y estoy dejando que se celebre su convención".
Asimismo, insistió en que no había "recalibrado la estrategia en absoluto" mientras repetía los mismos argumentos de que Estados Unidos está inundado por la apertura de fronteras y la delincuencia de los inmigrantes. Pero cada vez se tiene más la sensación de que su campaña necesita un reinicio.
El regreso de la carnicería estadounidense
La estrategia de Trump en sus primeras campañas volvió y se espera la misma agresividad en el debate de setiembre. Su vuelta a la política del miedo y a sus oscuras narrativas sobre la carnicería estadounidense contrastaron con la ligereza y la alegría que han estallado en los grandes mítines demócratas esta semana.
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