A fines de abril, se conoció la historia de una madre venezolana que había sido separada de su hija de dos años luego de haber sido deportada a Venezuela desde Estados Unidos. La pequeña había llegado con ambos padres al país, pero estos habían sido expulsados debido a que, según el gobierno, presentaban vínculos con la pandilla Tren de Aragua, la cual ha sido clasificada como organización terrorista por Donald Trump.
Pese a no haber suficientes pruebas que corroboren lo afirmado por el gobierno, la madre fue retornada a su país de origen, mientras que el padre ya había sido previamente enviado a El Salvador. Actualmente, permanece allí confinado en una cárcel de máxima seguridad junto con muchos otros inmigrantes.
Maikelys, la menor de dos años, quedó en custodia de la Oficina de Reubicación de Refugiados y había sido entregada a una familia de acogida.
Te recomendamos
La niña venezolana de 2 años fue entregada a sus familiares en emotivo acto
La niña arribó al aeropuerto internacional Simón Bolívar el 14 de mayo acompañada de otros 220 inmigrantes deportados por el gobierno estadounidense. Luego, fue llevada por la primera dama venezolana Cilia Flores y entregada en el Palacio Presidencial de Miraflores, en Caracas, a su madre y abuela, en una ceremonia oficiada por el presidente Nicolás Maduro.
Maduro agradeció al enviado especial para misiones especiales de Estados Unidos, Richard Grenell, por las gestiones que hicieron posible el retorno de Maikelys.
El gobierno estadounidense deporta a cientos de inmigrantes bajo acusaciones de pertenecer al tren de Aragua
El gobierno de Donald Trump ha sido acusado de deportar a cientos de inmigrantes por supuestos vínculos con la pandilla venezolana Tren de Aragua sin poseer pruebas concluyentes. Como se sabe, muchos de los inmigrantes señalados como sospechosos han sido enviados a cárceles de máxima seguridad en El Salvador en lugar de ser retornados a su país de origen.
Además, se han generado debates y reclamos por las polémicas razones utilizadas por la administración para acusar a los inmigrantes de pertenecer a dicha organización, como la presencia de tatuajes y símbolos en su indumentaria. En ese sentido, Yorelys Bernal, la madre de Maikelys, sospecha que fue deportada por el mismo motivo; sin embargo, ella asegura que los tatuajes que posee señalan únicamente las fechas de nacimiento de los miembros de su familia.
El gobierno de Maduro acusó durante semanas a Estados Unidos de estar cometiendo un “secuestro” al retener a la niña alejada de su familia. El Departamento de Seguridad Nacional, por su parte, argumentaba que la separación estaba completamente justificada en pos de proteger a la niña de las “actividades delictivas” de sus padres.
Luego de lograr la reunificación de la niña con su madre, el gobierno venezolano declaró que espera poder conseguir pronto el retorno del padre desde El Salvador.