por Redacción USA
Periodista
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Un conflicto vecinal ha surgido en el barrio de Astoria Heights, en Nueva York. El empresario Anthony Della Vecchia ha levantado una valla de acero a lo largo de 15 metros de lo que, asegura, es su propiedad, pero ha terminado obstruyendo la vía pública y la salida de varios estacionamientos. Vecinos y dueños de los negocios afectados por ubicarse en la zona han exigido el accionar de las autoridades.
El caso ha generado controversia y debates sobre cómo debe ejercerse el derecho de los propietarios a construir en las áreas de su pertenencia sin perjudicar el interés público y los espacios comunes. Pese a que los vecinos afectados han calificado la medida de “egoísta”, el Della Vecchia continúa afirmando estar “en su derecho” totalmente. La valla se extiende en la carretera 19.
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Negocios, viviendas y parqueos afectados por la valla de 15 metros
La medida de Della Vecchia afecta la vida cotidiana de la mayoría de los vecinos. Para empezar, la acera principal está totalmente cercada, por lo que dificulta la movilización peatonal. Asimismo, muchos negocios aledaños se ven perjudicados por la obstrucción del camino peatonal, ya que ello influye directamente en la cantidad de personas que pasan cerca a sus tiendas, traduciéndose en una menor clientela.
Los dueños de autos particulares también están entre los más afectados, ya que la valla impide la libre entrada y salida de cerca de 10 playas de estacionamiento. Inclusive, se reportó que muchos vehículos que habían quedado estacionados previo a la construcción de la valla, actualmente están atrapados y no pueden salir del recinto, ya que todas las salidas están bloqueadas por el cerco.
Así reaccionaron las autoridades ante la valla que bloquea caminos y parqueos en Nueva York
No solo los vecinos del vecindario han expresado su malestar, sino que el Departamento de Transporte también ha reaccionado rechazando la medida. El 17 de abril, la entidad notificó a Della Vecchia de que estaba cometiendo una infracción y le advirtió que tenía 30 días para reiterar la valla. Sin embargo, el empresario, que ha gastado U$D 25 000 para instalarla, se muestra renuente a acatar la orden. Este asegura que tiene motivos suficientes para mantenerla levantada y que no tiene por qué consultar a otros lo que hace dentro de su propiedad..
Los vecinos disconformes están a la espera de las acciones que tomarán las autoridades el 17 de mayo, fecha en que vence el plazo del empresario para retirar el cerco.
