Treinta años después de que Jurassic Park revolucionara el cine de aventuras y ciencia ficción, su legado sigue tan vivo como siempre. La película dirigida por Steven Spielberg no solo rompió récords de taquilla —superando los mil millones de dólares—, sino que también generó una fiebre mundial por los dinosaurios, expandiéndose a libros, cómics, videojuegos y parques temáticos.
El impacto de ese fenómeno fue tal que, dos años más tarde, Hollywood intentó replicarlo con Congo (1995), otra adaptación de una novela de Michael Crichton. Dirigida por Frank Marshall y protagonizada por Laura Linney, Dylan Walsh, Ernie Hudson y Tim Curry, el filme mezclaba aventuras, ciencia ficción y simios parlantes en un relato que apuntaba alto, pero terminó por descolocar al público.
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Una aventura con gorilas parlantes, diamantes y una crítica despiadada
Emitida hoy en abierto por el canal Paramount a las 22:00, Congo sigue a un grupo de expedicionarios que viajan a la selva africana en busca de un legendario yacimiento de diamantes. Pero su travesía se ve marcada por una gorila amaestrada, peligros ocultos y motivaciones muy distintas entre los personajes. A pesar de recaudar 150 millones de dólares frente a un presupuesto de 50, la película fue duramente castigada por la crítica.
“Una narración casi alucinógena que, mediada la misma, hace dudar al espectador de si está ante una película presumiblemente seria o ante una comedia enloquecida”, sentenció SensaCine, otorgándole apenas 0,5 estrellas. The Washington Post la calificó como una “imitación fallida de Spielberg”, y Rotten Tomatoes la condenó con un 23% de aprobación. Incluso fue nominada a siete premios Razzie.
Aunque olvidada por muchos, Congo es un ejemplo perfecto de cómo no siempre se puede duplicar la fórmula del éxito, por más familiar que resulte el material de origen.