Vivian Jenna Wilson, hija del magnate Elon Musk, ha decidido alzar la voz desde las pasarelas. Su debut como modelo en la campaña de la marca queer Wildfang llega justo antes del Mes del Orgullo y marca un momento simbólico: no solo representa su evolución personal, sino también una declaración contra los comentarios públicos de su padre sobre las personas trans.
Desde que inició su transición de género en 2020, Vivian ha enfrentado la mirada pública con valentía. En 2023, tras someterse a una cirugía de reasignación de sexo al cumplir 18 años, cortó lazos con Musk. Ahora, su aparición en una campaña que celebra la autoaceptación y la comunidad LGBTQ+ la coloca en el centro de una conversación urgente sobre identidad, familia y resiliencia.
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Una campaña que honra la identidad y desafía prejuicios
La campaña de Wildfang, que saldrá oficialmente en junio, incluye piezas con los colores del orgullo y una camiseta con el lema: "Existir no debería ser revolucionario". Parte de las ganancias será destinada a The Trevor Project, organización que trabaja para prevenir el suicidio entre jóvenes LGBTQ+. “Vivian representa todo en lo que creemos: valentía, brillantez y una expresión personal audaz”, afirmó Emma Mcllroy, CEO de la marca.
Tras su sesión fotográfica, Vivian reflexionó con humor y orgullo: “Me vi en el espejo y pensé: ‘Oh mier..., soy preciosa’”. Su postura desafiante quedó clara en una entrevista con Teen Vogue, donde calificó a Musk como “un niño patético” y afirmó: “Me veo bastante bien para estar muerta”, en respuesta al comentario de su padre sobre haber “perdido” a su hijo.