La Casa Real británica ha vuelto a ser el epicentro de la atención mediática en medio de especulaciones sobre la salud del rey Carlos III y Kate Middleton. Sin embargo, la reciente visita del príncipe Harry con motivo de los Juegos Invictus ha desatado nuevas interrogantes sobre las relaciones familiares.
Encuentro fallido
Aunque se esperaba un posible encuentro entre padre e hijo, una declaración oficial del duque de Sussex ha confirmado la imposibilidad de tal reunión debido a la apretada agenda de su Majestad.
El comunicado urgente emitido por el príncipe Harry despejó cualquier expectativa de encuentro con su padre, el rey Carlos III. Según fuentes cercanas reveladas por The Sun, días antes se había revelado que la agenda del monarca coincidía con la visita de su hijo, lo que imposibilitó cualquier acercamiento.
Esto, sumado a rumores sobre tensiones previas entre ambos, ha avivado la especulación sobre la causa de la distancia entre padre e hijo.
De mal en peor
Por otro lado, imágenes recientes del rey Carlos III abandonando el castillo de Berkshire, han intensificado la preocupación sobre su salud. Su semblante serio y la apariencia de llagas o inflamación en su boca generan inquietud entre el público.
Aunque no se ha confirmado oficialmente la causa de estas afecciones, la atención se centra nuevamente en la salud del monarca en un momento de incertidumbre para la Corona inglesa.
Esta es la última imagen del Rey Carlos III, en un coche oficial, muy serio, mirando por la ventana sin poder ocultar ciertos rasgos de cansancio. Vía GTRES News. pic.twitter.com/tm4rq5Kfjj
— SiemprePajaritoAzul (@PajawitterAzul) May 9, 2024
Las tensiones entre Carlos III y el príncipe Harry han sido objeto de especulación en los medios. Expertos en Casa Real sugieren que desacuerdos recientes entre padre e hijo podrían ser la raíz de su distanciamiento. Se ha informado que el monarca se mostró reticente a algunas peticiones del duque de Sussex, lo que habría dificultado la posibilidad de una reunión.
Este panorama, más la delicada situación que viene viviendo en torno a su salud el monarca, ha dejado una sensación extraña en el ecosistema británico, en donde más de uno habla sobre una crisis que parece nunca acabar.