En Estados Unidos, acceder a un servicio médico no solo implica buscar calidad, sino también estar dispuesto a asumir altos costos. Con un sistema de salud predominantemente privado, la atención médica puede representar un gasto considerable para quienes viven o planean mudarse allí. Tanto ciudadanos como residentes deben organizar cuidadosamente su presupuesto para cubrir estos costos, ya sea mediante pagos directos o a través de seguros de salud.
Los servicios públicos de calidad conviven con un modelo de atención médica privada que obliga a las personas a costear cada consulta o tratamiento. Este esquema influye directamente en la planificación financiera personal y familiar, sobre todo cuando los gastos médicos imprevistos pueden alcanzar cifras elevadas en comparación con otros países.
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Así funciona el sistema de salud en Estados Unidos
En este modelo, quienes necesitan atención médica deben decidir entre pagar la factura completa de manera privada o contratar un seguro de salud. En el primer caso, una consulta médica general puede costar alrededor de U$D 200, mientras que una hospitalización puede elevar el gasto a U$D 500 o más, todo de contado o financiado en cuotas.
Por su parte, contratar un seguro médico ofrece una alternativa para reducir estos costos, aunque implica el pago de una cuota mensual. Dependiendo del monto de esta cuota, el paciente accede a una red más o menos amplia de médicos y hospitales, y asume copagos más o menos altos en cada servicio utilizado.
Los seguros de salud son una inversión necesaria
La mayoría de ciudadanos en Estados Unidos prefiere contratar seguros de salud para enfrentar los gastos médicos. La cuota mensual varía ampliamente: una cobertura básica puede costar U$D 100 al mes, pero con copagos elevados, mientras que una cobertura más completa, de U$D 1 000 mensuales, ofrece copagos reducidos y mayor acceso a especialistas y hospitales.
Los seguros más robustos incluyen un límite máximo de gastos anuales, por ejemplo, U$D 2 000, protegiendo así al asegurado de costos catastróficos. Esta característica permite a muchos planificar su economía con mayor certeza, especialmente frente a emergencias o enfermedades crónicas que demanden atención continua.
Sobre los seguros médicos en Estados Unidos
Los seguros médicos pueden ser contratados de forma particular o ser parte de los beneficios laborales. En las empresas con más de 50 empleados, la ley obliga a ofrecer un seguro de salud a quienes trabajan al menos 30 horas semanales. Sin embargo, aunque el empleador suele asumir gran parte de la cuota, el trabajador también debe aportar un porcentaje mensual.
Por ejemplo, si el seguro tiene un costo de U$D 1 000, es habitual que la empresa pague U$D 800 y el trabajador U$D 200. Además, existen programas estatales que ofrecen seguros de salud accesibles para personas mayores y niños, ligados al sistema de Seguridad Social y a las contribuciones realizadas durante la vida laboral.