Según un reciente informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés), la tuberculosis en Estados Unidos alcanzó su punto más alto en una década en 2023, con más de 9 600 casos registrados. Este número representó un aumento del 16% respecto al año anterior, marcando la cifra más alta desde 2013.
La tendencia al alza se observó en 40 estados y en todos los grupos de edad, indicando un desafío creciente para la salud pública. A pesar de un declive inicial durante la pandemia de Covid-19, los casos de tuberculosis han ido en aumento gradual desde entonces, destacando la importancia de reforzar las estrategias de prevención y control.
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La tuberculosis, causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, afecta principalmente a los pulmones, pero también puede dañar otras partes del cuerpo. Los síntomas incluyen tos prolongada, dolor en el pecho, debilidad, pérdida de peso y fiebre. Muchas personas con tuberculosis latente, donde la bacteria está inactiva en el cuerpo, no son contagiosas pero pueden desarrollar la enfermedad en el futuro.
El aumento de los casos recientes de tuberculosis se ha observado principalmente en personas nacidas fuera de Estados Unidos, lo que se relaciona con un incremento global de la enfermedad y un aumento de la migración internacional. Sin embargo, otros factores como el impacto del Covid-19 y las enfermedades que afectan al sistema inmunológico también han contribuido a esta emergencia de infecciones de tuberculosis latente.
Aunque Estados Unidos tiene una incidencia relativamente baja de tuberculosis en comparación con otros países, la enfermedad sigue siendo un importante problema de salud pública a nivel mundial. Los CDC continúan investigando las causas de este aumento y trabajando en medidas para controlar y prevenir la tuberculosis en la población estadounidense.
