La reciente decisión del presidente Donald Trump de duplicar los aranceles sobre el acero y el aluminio al 50% impactará directamente en el bolsillo de millones de familias en Estados Unidos. Esta medida, que entró en vigor el 4 de junio, amenaza con encarecer productos básicos, especialmente aquellos enlatados, que son fundamentales para muchas personas con recursos limitados.
Uno de los grupos más afectados será el de los beneficiarios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), quienes ya enfrentan recortes presupuestarios históricos. Jóvenes como Cale Johnson, estudiante de 20 años en Omaha que combina estudios con dos trabajos a tiempo parcial, dependen de estos alimentos. “Mucha gente está empezando a comprar productos no perecibles antes de que suban”, comentó en un medio local.
Expertos en comercio y asociaciones del sector advierten que estos aranceles podrían elevar el precio de los alimentos enlatados hasta en un 15%, creando un efecto cascada en toda la cadena alimenticia. Asimismo, el Instituto de Fabricantes de Latas (CMI, por sus siglas en inglés) alertó sobre el riesgo de que fabricantes extranjeros, especialmente de Asia, ganen terreno frente a la industria estadounidense.
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Los productos más afectados por esta medida
Los productos que experimentarán un alza significativa son aquellos que se venden comúnmente en latas. Entre ellos están los siguientes:
- Atún
- Frijoles
- Sopas en conserva
- Caldo de pollo
- Carne enlatada
- Pasta de tomate
La razón principal es que fabricantes locales importan alrededor del 80% del acero laminado en frío, material esencial para producir estas latas,.
Desde que comenzaron los aranceles originales en 2018, nueve líneas de producción de este tipo de acero cerraron en Estados Unidos, dejando solo tres activas. Esto ha incrementado la dependencia de las importaciones, lo que a su vez agrava el impacto de los nuevos impuestos.