Durante décadas, los inmigrantes cubanos gozaron de un trato preferencial en Estados Unidos gracias a leyes como la Ley de Ajuste Cubano y políticas especiales diseñadas en el contexto de la Guerra Fría. Esto les permitió acceder rápidamente a permisos de trabajo, residencia y, eventualmente, ciudadanía.
Sin embargo, dicho escenario ha cambiado. En los últimos años, las políticas migratorias se han endurecido y han colocado a los cubanos en la misma situación que otros grupos migrantes. La reciente cancelación de permisos humanitarios afecta directamente a miles de ellos en Florida, generando preocupación, temor a la deportación y un sentimiento de abandono.
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USA: Incertidumbre legal en una comunidad históricamente protegida
La revocación del estatus migratorio temporal de más de 500 000 personas por parte del Departamento de Seguridad Nacional ha golpeado con fuerza a los cubanos en Florida. Muchos han quedado en el limbo legal, sin posibilidad de avanzar hacia la residencia, a pesar de estar integrados social y laboralmente. Algunos, como José Manuel Garcés o Richard Coureaux, viven con órdenes de deportación pendientes o con procesos detenidos por años.
La comunidad, que históricamente ha respaldado a políticos conservadores, ahora enfrenta una nueva realidad: el temor a ser expulsados del país donde han formado sus vidas. Aunque aún no hay señales claras de un cambio político, crece la tensión ante la posibilidad de deportaciones masivas y la pérdida de derechos adquiridos.