Los estudiantes de secundaria en Nueva York podrían decir adiós a la obligatoriedad de los exámenes Regents a partir del ciclo escolar 2027-2028. La iniciativa, pendiente de aprobación, plantea un sistema de evaluación más inclusivo y acorde a las habilidades reales de los estudiantes.
En camino de un sistema educativo más amigable
El Departamento de Educación de Nueva York ha propuesto eliminar la necesidad de aprobar los exámenes Regents, pruebas de una hora en materias como lengua y literatura inglesa, matemáticas, ciencias y estudios sociales, para que los estudiantes puedan obtener su diploma.
Esta propuesta aún debe ser votada por la Junta de Regentes en 2027, pero, de ser aprobada, marcaría una transformación significativa en el sistema educativo del estado. La medida ofrecería a los estudiantes la opción de elegir entre presentar estos exámenes u optar por nuevas formas de evaluación basadas en proyectos finales, presentaciones o evaluaciones basadas en el desempeño.
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Este cambio afectaría directamente a los estudiantes que hoy cursan el noveno grado, ya que ellos serían los primeros en graduarse sin depender de los exámenes Regents. De todos modos, aquellos que deseen seguir presentándolos podrán hacerlo, pero ya no como un requisito indispensable.
Un enfoque más holístico
Dentro del marco de este plan, el Departamento de Educación trabaja en el desarrollo de un retrato del graduado, una iniciativa que busca redefinir qué significa estar preparado para el futuro. Este perfil de competencias incluiría habilidades en áreas socioemocionales, resolución de problemas y alfabetización en diversas materias. Con este enfoque, el sistema educativo de Nueva York busca ir más allá de la memorización, enfocándose en el desarrollo integral del estudiante y en sus habilidades prácticas.
Créditos del video: Youtube | Fox 5 New York
La controversia de los exámenes Regents
Nueva York es uno de los pocos estados que aún exigen estas pruebas para la graduación, y diversas investigaciones de organizaciones educativas cuestionan su efectividad. Argumentan que los exámenes Regents no contribuyen significativamente al rendimiento académico ni a las oportunidades laborales futuras de los estudiantes, y señalan que, en algunos casos, las pruebas pueden elevar la tasa de deserción escolar. Esto afecta especialmente a estudiantes con discapacidades y a aquellos que están aprendiendo inglés como segundo idioma.