Texas ha intensificado sus esfuerzos para frenar la inmigración ilegal con la instalación de nuevas barreras a lo largo de la frontera con México. Como parte de la operación Lone Star, el estado ha implementado varias medidas, incluyendo la construcción de una barrera flotante en el río Grande y la instalación de alambre de púas triplicado en áreas clave. Estas acciones han sido presentadas como un intento de reforzar la seguridad fronteriza en respuesta a lo que el gobernador Greg Abbott considera una falta de acción efectiva por parte del gobierno federal.
Desde su implementación, las autoridades de Texas han reportado una significativa disminución en los cruces ilegales. Según cifras proporcionadas por el gobierno estatal, los cruces han disminuido en un 85%, y se han realizado más de 517,900 arrestos de inmigrantes ilegales, además de la confiscación de grandes cantidades de drogas.
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Una nueva cerca para frenar el cruce irregular
La reciente instalación de una cerca en la frontera es solo una de las varias medidas implementadas por Texas en su esfuerzo por controlar la inmigración. Esta cerca se suma a otras barreras ya existentes y tiene como objetivo cerrar los espacios donde los migrantes suelen cruzar de manera ilegal. La cerca fue erigida en áreas estratégicas, identificadas como puntos críticos por las autoridades fronterizas, y se espera que sea un elemento disuasorio eficaz contra el cruce irregular.
Las medidas han sido objeto de escrutinio y oposición, tanto a nivel local como internacional. Organizaciones de derechos humanos y representantes de gobiernos extranjeros han expresado su preocupación por el impacto de estas barreras en los migrantes y en las relaciones internacionales, particularmente con México. A medida que estas nuevas políticas fronterizas se implementan, el debate sobre su eficacia y su impacto humanitario continúa creciendo.
Créditos: Univision Noticias | @univisionnoticias