La ciudad de Oakland, en California, anunció el viernes pasado que continuará entregando almuerzos gratuitos a niños durante el verano pero en sitios limitados. Este anuncio llega luego de que se informara inicialmente que el programa de Servicio de Comida de Verano iba a ser completamente cancelado, debido a un déficit presupuestario que le impedía seguir financiando a las organizaciones proveedores sin fines de lucro.
Oakland tiene una larga tradición de programas alimentarios destinados a niños e infantes que buscan menguar las brechas de acceso a alimentos saludables en la comunidad. Casi el 75% de los estudiantes en el este de Oakland califican para recibir dicho beneficio, en la medida en que la mayoría de ellos se hallan en riesgo de seguridad alimentaria puesto que provienen de familias de bajos recursos. El programa de alimentos en verano busca evitar que los menores se vean perjudicados por la ausencia de las comidas otorgadas en las escuelas cuando finaliza el periodo escolar. Por ello, un corte total del programa habría impactado en el bienestar de muchos de ellos.
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El programa de alimentos entregó más de 100 000 comidas a niños el verano pasado
La importancia del programa de alimentos de Oakland se refleja en sus cifras. Solo el verano pasado, la iniciativa logró otorgar asegurar más de 100 000 almuerzos de manera gratuita a niños de diversas edades. Mientras tanto, una sola de las organizaciones sin fines de lucro encargadas de proveer estas comidas otorgó casi 50 almuerzos diarios en dicho periodo. Menores cuyo rango de edades va desde los infantes hasta estudiantes de secundaria acuden a los centros comunitarios donde reciben almuerzos bastante balanceados, ya que parte de los objetivos del programa es accesibilizar la comida saludable.
El programa de alimentos aún está en riesgo por problemas de presupuesto
El programa de alimentos de verano, que debe iniciar luego de que finalice el periodo escolar el 29 de mayo, estuvo en riesgo de ser eliminado debido a problemas de presupuesto de la ciudad. De acuerdo al Concejo, existe un déficit de casi U$D 130 millones. Los directores de los centros comunitarios que distribuyen las comidas reclamaron que, pese al problema económico, no se puede privar a los menores de estos alimentos durante todo el verano. Sus familias dependen de estos programas, ya que de otro modo no podrían acceder a una alternativa suficientemente saludable y alimenticia. Incluso hay quienes consideran que, más que un problema de presupuesto, se trata de un problema de administración por parte del ayuntamiento. Por su parte, el programa no dejará de entregar los almuerzos este verano, pero reducirá las entregas a sitios específicos, como centros de recreación y bibliotecas.