Júpiter es el quinto planeta en nuestro Sistema Solar y el más grande de todos. Es por eso que lleva el nombre del Dios Romano. Un nombre que le queda perfecto, pues era considerado padre de dioses y hombres, el Dios de los Dioses. No solo por su tamaño, sino porque tiene muchos satélites y 23 de ellos aún no tienen nombre.
Entre sus lunas más conocidas está Europa, su satélite más famoso; Ío, la de los volcanes; y Ganímedes, la luna más grande del Sistema Solar. Y aunque nuestra Tierra solo tiene un satélite, es imposible no imaginar el cielo de noche con muchas lunas de diferente colores y tamaños.
El origen de las lunas
Hasta la fecha, se sabe que la formación de una luna es parecida a la construcción de un planeta enano o a la de un asteroide orbitando una estrella.
Su creación también se puede dar a partir de un cataclismo planetario, como el de Theia con la Tierra, el cual dio origen a la Luna. Aunque, también pueden ser capturadas cuando un planeta tiene una mayor fuerza gravitacional, como el caso de Tritón, un satélite que orbita a Neptuno.
¿Ya se descubrió una exoluna?
Desafortunadamente, fuera del Sistema Solar todavía no se ha encontrado ninguna exoluna. A pesar de que se han encontrado exoplanetas similares a la Tierra, es casi imposible descubrir sus lunas.
Esto supone un reto para los astrónomos, quienes con la técnica de tránsitos han podido detectar exoplanetas como Kepler. El método consiste en apuntar con un telescopio una estrella y esperar que algo pase. Sin embargo, esto es posible solo cuando un cuerpo es grande y se encuentra cerca de la estrella, sobre todo cuando tienen periodos orbitales cortos. Por ejemplo, Saturno tarda 29.4 años en dar la vuelta al Sol, por lo que detectarlo desde un planeta lejano sería complicado. En cambio, si lo miramos con una distancia similar entre la Tierra y el Sol, sería más fácil. Es por eso que se espera que los planetas con largos periodos orbitales tengan muchas lunas.
Los planetas gigantes detectados probablemente tuvieron que migrar y, por lo tanto, sus lunas cercanas a la estrella dependen de su historia de migración. Si tiene órbita corta es posible que haya sido capturada en medio del proceso.
Por el momento, solo hay un par de candidatas a exoluna: Kepler-1625b, que fue -aparentemente- descartada su existencia, y Kepler-1708 b-i, que sería dos veces más grande que nuestro planeta. Hasta el momento nada ha sido confirmado.