Los meteorólogos pronostican que Debby seguirá fortaleciéndose y alcanzará la categoría de huracán antes de tocar tierra esta semana en Florida. Las autoridades locales han comenzado a prepararse para el posible impacto, alertando a los residentes de las áreas afectadas sobre los riesgos y las medidas de seguridad necesarias. Si bien la alerta se ha emitido como huracán, se trata de una tormenta tropical que ha generado la pregunta de cuál es la diferencia entre ambos fenómenos meteorológicos.
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Tormenta tropical vs. huracán
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres, un ciclón tropical pasa por varias etapas de desarrollo: depresión tropical, tormenta tropical y huracán. Una tormenta tropical es una fase intermedia, caracterizada por:
- Vientos sostenidos entre 63 y 118 km/h.
- Nubes distribuidas en forma de espiral.
- Asignación de un nombre preestablecido por la Organización Meteorológica Mundial.
Las tormentas tropicales pueden producir fuertes lluvias y vientos significativos, pero no alcanzan la intensidad destructiva de un huracán. Sin embargo, pueden ser precursoras de huracanes y deben ser monitoreadas de cerca.
Un ciclón tropical puede evolucionar hasta convertirse en un huracán bajo ciertas condiciones oceánicas y atmosféricas. Un huracán se define por:
- Vientos máximos sostenidos que alcanzan o superan los 119 km/h.
- Un área nubosa que puede cubrir entre 500 y 900 kilómetros de diámetro, produciendo lluvias intensas.
- Un ojo del huracán con un diámetro que varía entre 24 y 40 kilómetros, pudiendo llegar hasta cerca de 100 kilómetros.
Los huracanes son eventos meteorológicos extremadamente poderosos y destructivos. La combinación de vientos fuertes, lluvias torrenciales y marejadas ciclónicas puede causar inundaciones masivas, daños estructurales significativos y pérdida de vidas.
A medida que la tormenta tropical Debby avanza hacia la costa de Florida, las autoridades instan a los residentes a seguir las indicaciones de seguridad y mantenerse actualizados con los informes meteorológicos. La preparación y la prevención son esenciales para minimizar los riesgos asociados con estos poderosos fenómenos naturales.
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