Según la Administración del Seguro Social (SSA, siglas en inglés), estos beneficios no están diseñados para mantenerse como única fuente de ingresos al jubilarse. En la actualidad, se estima que solo reemplazan un 40% de tus ingresos previos a la jubilación.
Sin embargo, esto podría reducirse aún más si una nueva administración decide realizar recortes significativos o modificar el sistema. Si es que los fondos fiduciarios de Seguro de Vejez y Sobrevivientes (OASI, siglas en inglés) y Seguro por Incapacidad (SSDI, siglas en inglés) se agotan, los pagos reducidos serán una realidad para muchos.
Créditos del video: Youtube | Kat Martz
Limitaciones financieras
Comprar un auto mientras se depende únicamente de los pagos mensuales del Seguro Social no es aconsejable. El editor financiero senior en RetireGuide y Annuity.org, Michael Santiago, menciona que adquirir un vehículo añade una mayor carga económica a un presupuesto que dificulta la capacidad de cubrir necesidades básicas como vivienda, alimentación y atención médica.
Costos asociados con la propiedad de un auto
Ser propietario de un auto tiene un costo que va más allá del precio de compra inicial. El seguro, el mantenimiento, el combustible y las reparaciones inesperadas se convierten en gastos que pueden desbordar un presupuesto fijo.
Otras opciones de transporte
El uso del transporte público puede ser una alternativa más económica y conveniente sin la necesidad de un desplazamiento diario. Dependiendo de la ubicación, sistemas de transporte como el metro o los autobuses pueden ofrecer tarifas reducidas para personas mayores, ahorrando una buena cantidad de dinero en lugar de mantenimiento.
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Elegibilidad para SSI
Si estás recibiendo Ingreso Suplementario de Seguridad (SSI), adquirir un segundo auto podría afectar tu elegibilidad para ciertos beneficios. Aunque el valor de un solo vehículo ya no se considera un recurso, tener en tu posesión dos autos da la posibilidad de que pierdas beneficios esenciales para cubrir tus gastos básicos.
Preocupaciones de salud
Con el paso de la edad, conducir se vuelve más peligroso y es posible que necesites opciones de transporte más seguras y accesibles, como servicios compartidos o el transporte público. Si tu salud está en declive o anticipas una reducción en tu movilidad, entonces adquirir un auto no va a ser la decisión más sabia.
